
Croquetas vegetarianas: Guía definitiva
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Las croquetas de carne están muy bien, ¿eh? No vamos a mentir, una buena croqueta de jamón puede hacer que cualquiera suelte una lagrimita de felicidad. Pero…ofrécele una a un@ vegetarian@ y ya verás su cara. Y no, no es porque no le gusten las croquetas, ¡ni de broma! Es porque no le has ofrecido las croquetas adecuadas: unas croquetas vegetarianas que son tan buenas, cremosas y crujientes que hasta el más carnívoro de la mesa se va a quedar pidiendo la receta.
Las croquetas vegetarianas no son solo una alternativa; son una oportunidad para explorar nuevos sabores, texturas y combinaciones que van más allá de lo tradicional. Además, son más inclusivas, aptas para vegetarianos, veganos y para aquellos que simplemente buscan reducir su consumo de carne sin sacrificar el placer de comer.
Así que, tanto si eres veggie de toda la vida, como si simplemente quieres probar algo distinto (o impresionar a ese amigo que no come carne), en este artículo te voy a enseñar todo lo que necesitas saber para preparar croquetas vegetarianas que están para chuparse los dedos. Y, de paso, te contaré algunos trucos, ideas y recetas internacionales que te harán ver las croquetas vegetarianas de otra manera.
Los ingredientes estrella: Verduras para el relleno perfecto
Si pensabas que las croquetas vegetarianas solo llevan espinacas y poco más… ¡prepárate para flipar! Aquí van los ingredientes que harán que tus croquetas sean las más deseadas de cualquier reunión.
Espinacas frescas: Clásicas, sí, pero con un toque de nuez moscada y un buen sofrito de ajo, se convierten en un relleno cremoso que nunca falla. Puedes añadir un poco de queso feta o ricotta para darle más cremosidad si no eres vegano. Combínalas con piñones tostados para un toque crujiente.
Champiñones o setas: Aportan ese sabor umami que recuerda a la carne. Salteados con cebolla y un chorrito de vino blanco… ¡deliciosos! Además, combinan perfectamente con hierbas como el tomillo o el romero. Prueba con setas shiitake para un sabor más profundo.
Berenjena asada: Su textura suave y sabor ahumado elevan cualquier croqueta a nivel gourmet. Mezclada con queso parmesano o incluso con un toque de tahini, es una delicia. La berenjena también combina muy bien con menta fresca para un contraste refrescante.
Calabaza o boniato: Dan un toque dulce y cremoso. Perfectos para combinar con especias como el curry, el comino o la nuez moscada. Si quieres un sabor más exótico, añade un poco de leche de coco y jengibre.
Tofu marinado: Sí, el tofu. Pero no cualquiera, ¡bien marinado y salteado! Aporta proteína y una textura firme que funciona genial en croquetas. El tofu ahumado también es una excelente opción.
Garbanzos o lentejas: Ideales para darle cuerpo y una textura que recuerda a la carne picada. Perfectas para croquetas de estilo más “rústico” o con especias como el pimentón. Mezcla lentejas con espinacas para una combinación rica en hierro y proteínas.
Puerro: Sofrito bien lento para que suelte todo su dulzor. Combina de maravilla con quesos suaves o bechamel vegana, y da un sabor suave pero sabroso. Un toque de nuez moscada realza aún más su sabor.
Queso feta o ricotta (para los vegetarianos no veganos): Añaden un toque cremoso y salado que combina con casi cualquier verdura, especialmente con espinacas o calabaza. El queso azul también puede ser una opción para un sabor más intenso.
Pimientos asados: Aportan un toque dulce y ahumado que contrasta de lujo con una bechamel suave. Además, su color vibrante hace que las croquetas se vean tan bien como saben. Prueba combinarlos con albahaca fresca para un toque mediterráneo.
¿Croquetas veganas o vegetarianas? Diferencias clave que debes conocer
Puede parecer lo mismo, pero hay diferencias importantes entre una croqueta vegana y una vegetariana. Aquí te las dejo bien claritas:
Lácteos: Las croquetas vegetarianas pueden llevar leche, mantequilla o queso. Las veganas, ni rastro de productos de origen animal. Esto afecta tanto al sabor como a la textura, pero también abre la puerta a ingredientes innovadores como las leches vegetales y los quesos veganos.
Huevos: Las vegetarianas suelen usar huevo para empanar. Las veganas usan alternativas como la harina de garbanzo o agua con harina. También puedes usar leche vegetal mezclada con un poco de maicena o incluso aquafaba (el líquido de los garbanzos cocidos), que imita muy bien la textura del huevo.
Textura: Las croquetas veganas pueden ser más desafiantes en textura, ya que la bechamel sin lácteos tiende a ser menos cremosa, ¡pero con los trucos adecuados ni lo notarás! La clave está en elegir las leches vegetales adecuadas y usar espesantes como el almidón de maíz.
Sabor: Las croquetas vegetarianas pueden tener sabores más “tradicionales” por los lácteos, pero las veganas juegan más con especias y combinaciones exóticas, lo que puede hacerlas incluso más sabrosas. La creatividad no tiene límite.
Ingredientes sustitutos: Las croquetas veganas requieren más creatividad: leche vegetal, margarina sin lácteos, y hasta quesos veganos. Pero eso abre un mundo de posibilidades para experimentar y descubrir nuevos sabores.
Aptas para más personas: Las croquetas veganas son aptas para veganos, vegetarianos e incluso personas con intolerancia a la lactosa o al huevo. ¡Son más inclusivas!
Cómo hacer croquetas cremosas sin usar leche ni mantequilla
¿Quién dijo que la bechamel sin leche no puede ser cremosa? Aquí tienes 7 ideas para conseguirlo:
Leche de soja sin azúcar: La más neutra en sabor y perfecta para una bechamel suave. No altera el sabor de las croquetas y tiene una textura muy parecida a la leche de vaca. Además, es rica en proteínas.
Leche de almendras: Aporta un toque ligeramente dulce que combina genial con verduras como la calabaza. Si la usas, asegúrate de que sea sin azúcar para no alterar el sabor. También puedes mezclarla con un poco de caldo vegetal para equilibrar los sabores.
Leche de avena: Cremosa y con un sabor suave, le da una textura perfecta. Además, es fácil de encontrar y muy económica. Su contenido natural de almidón ayuda a espesar la bechamel sin necesidad de añadir mucho más.
Margarina vegetal: Sustituto directo de la mantequilla, da ese puntito graso que necesita la bechamel. Elige una sin grasas hidrogenadas para que sea más saludable. También puedes usar aceite de coco desodorizado para un toque más suave.
Aceite de oliva virgen extra: Aporta un toque mediterráneo y una textura ligera. Eso sí, úsalo con moderación para que no domine el sabor. Es perfecto para croquetas con rellenos más robustos como los de setas o pimientos asados.
Harina de garbanzo: No solo espesa, sino que aporta un sabor profundo y con un toque ligero a nuez. Perfecta si quieres una bechamel con un toque diferente. Es especialmente buena para croquetas de estilo más “rústico”.
Anacardos triturados: Remojados y triturados, crean una crema súper rica y nutritiva. Además, añaden un extra de proteínas a tus croquetas y una cremosidad que rivaliza con la bechamel tradicional.
Cómo reemplazar la carne o embutidos en croquetas vegetarianas
¿Echas de menos el sabor de la carne en tus croquetas? Aquí van alternativas que te harán olvidar el jamón:
Tofu ahumado: Perfecto para un toque “embutido”. Marínalo con salsa de soja y pimentón para un sabor espectacular. Al freírlo bien, consigue una textura crujiente que recuerda al bacon.
Seitán: Textura súper parecida a la carne. Pruébalo picado finito para un efecto “jamón vegano”. Además, absorbe muy bien los sabores de las especias que uses, como el pimentón ahumado o el ajo en polvo.
Lentejas o garbanzos: Para una textura más rústica, como si fuera carne picada. Añade comino y pimentón para darle un toque más profundo. Mezcla con cebolla caramelizada para un extra de sabor.
Tempeh: Fermentado y con un sabor intenso que recuerda al bacon. Ideal para croquetas con un sabor fuerte. Prueba marinarlo en salsa barbacoa vegana antes de añadirlo a la masa.
Champiñones portobello: Por su sabor umami y textura carnosa. Salteados con ajo y cebolla, son una delicia. Añade un chorrito de salsa de soja para intensificar el sabor.
Soja texturizada: Barata, fácil de encontrar y súper versátil. Solo tienes que hidratarla y añadir las especias que prefieras. Perfecta para croquetas con un sabor “cárnico” sin usar productos animales.
Receta básica de croquetas vegetarianas paso a paso
Ahora que ya conoces los ingredientes estrella y los truquillos para una bechamel perfecta, ¡es hora de ponerse manos a la obra! Aquí tienes una receta básica de croquetas vegetarianas que puedes adaptar según tu gusto.
Ingredientes:
1 litro de leche vegetal (avena o soja sin azúcar)
100 g de harina de trigo (o harina sin gluten si prefieres)
100 g de margarina vegetal o aceite de oliva
200 g de espinacas frescas (o cualquier combinación de verduras que prefieras)
1 cebolla pequeña picada finamente
Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Pan rallado (puede ser sin gluten) y harina para empanar
Sustituto de huevo (harina de garbanzo con agua o leche vegetal con maicena)
Aceite para freír
Preparación:
Sofríe las verduras: En una sartén, añade un poco de aceite y sofríe la cebolla hasta que esté doradita. Luego añade las espinacas (o las verduras que elijas) y cocínalas hasta que suelten todo el agua. Si usas champiñones o berenjenas, asegúrate de que estén bien dorados para potenciar su sabor.
Haz la bechamel: En otra sartén, derrite la margarina o calienta el aceite de oliva. Añade la harina y remueve bien para que no queden grumos. Luego, ve añadiendo la leche vegetal poco a poco, sin dejar de remover, hasta obtener una crema espesa y suave. Añade sal, pimienta y un toque de nuez moscada.
Mezcla y enfría: Añade las verduras a la bechamel y mezcla bien hasta que quede todo integrado. Vierte la mezcla en una bandeja y deja enfriar durante al menos 2 horas en la nevera. Si tienes prisa, mételo en el congelador un ratito.
Forma las croquetas: Con las manos (o dos cucharas), da forma a las croquetas. Pásalas primero por harina, luego por el sustituto de huevo y finalmente por el pan rallado.
Fríe o hornea: Calienta el aceite y fríe las croquetas hasta que estén doradas. Si prefieres una versión más ligera, hornéalas a 200ºC durante 20 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción.
¡Disfruta! Sirve caliente y acompaña con tu salsa favorita. Y si no tienes ganas de cocinar, siempre puedes pedir unas croquetas vegetarianas o veganas de Solo de Croquetas que son una locura. 😉
Las mejores salsas para acompañar croquetas vegetarianas
Una buena croqueta ya es deliciosa por sí sola, pero si le añades una salsa que potencie su sabor… ¡es el paraíso! Las salsas no solo complementan, sino que también elevan el sabor de tus croquetas, aquí algunas ideas:
Alioli vegano: Cremoso, con su toque de ajo y sin huevo. Perfecto para croquetas de espinacas o champiñones. El alioli aporta una intensidad que contrasta maravillosamente con la suavidad de las croquetas.
Salsa de yogur y menta: Refrescante y ligera, ideal para croquetas de calabaza o boniato. Usa yogur vegetal para mantenerla vegana. La menta añade un frescor que limpia el paladar entre bocado y bocado.
Salsa de tomate especiada: Un clásico que nunca falla. Añade un toque de comino, pimentón o incluso un poco de chile para darle más personalidad. Esta salsa es ideal para croquetas de garbanzos o lentejas.
Pesto de albahaca o rúcula: Este contraste de sabores es ideal para croquetas de berenjena o alcachofas. El pesto aporta una nota herbácea y fresca que complementa perfectamente los sabores más terrosos.
Salsa de curry suave: Le da un toque exótico que va genial con croquetas de garbanzos o lentejas. Puedes hacerla con leche de coco para un extra de cremosidad.
Mayonesa vegana de sriracha: Si te gusta el picante, esta es tu salsa. Perfecta para croquetas con sabor más suave como las de tofu. La combinación de cremosidad y picante hace que cada bocado sea una explosión de sabor.
Salsa de mostaza y miel (o sirope de agave para veganos): El equilibrio entre dulce y picante la hace perfecta para croquetas de pimientos asados o queso. Esta salsa aporta un contraste que resalta los sabores ahumados y salados.
Salsa de setas: Si eres fan del umami, esta salsa cremosa de setas y ajo potenciará cualquier croqueta. Es especialmente deliciosa con croquetas de champiñones o seitán.
Croquetas vegetarianas internacionales: Recetas de otros países que te encantarán
¡El amor por las croquetas no conoce fronteras! En todo el mundo, encontramos variaciones de esta tapa que se adaptan a las tradiciones y sabores locales. Aquí tienes algunas versiones internacionales que te inspirarán a probar cosas nuevas.
Arancini (Italia): Bolitas de arroz rellenas de queso y verduras, empanadas y fritas. Son como las primas italianas de las croquetas y son perfectas para aprovechar el risotto que te haya sobrado.
Falafel (Medio Oriente): No son croquetas en el sentido tradicional, pero estas bolitas de garbanzo y especias tienen una textura y sabor que recuerda a una croqueta bien hecha. Ideales para acompañar con salsa de yogur vegano o tahini.
Kroket (Países Bajos): Rellenas de bechamel y champiñones o vegetales. Las versiones vegetarianas están ganando popularidad y se suelen servir con mostaza fuerte.
Korokke (Japón): Croquetas de patata con verduras, cubiertas de panko y fritas. Súper crujientes y con un toque asiático irresistible. Acompáñalas con salsa tonkatsu para una experiencia auténtica.
Bolas de arroz (India): Mezcladas con especias como el curry y la cúrcuma, estas croquetas son una explosión de sabor. Puedes rellenarlas con verduras y acompañarlas con chutney de mango.
Croquetas de yuca (Latinoamérica): Usan yuca en vez de patata o harina, dándoles una textura diferente. Ideales para acompañar con salsa de cilantro o guacamole.
Acompañamientos para croquetas vegetarianas
Aquí algunas ideas porque sabemos que esas croquetas vegetarianas te dejarán con ganas de más y probablemente no te alcancen las croquetas jajaja a menos que te las comas tú sol@, claro.
Ensalada de rúcula y tomate cherry: Ligera y fresca, perfecta para equilibrar la cremosidad de las croquetas. Añade un poco de vinagre balsámico para realzar los sabores.
Patatas asadas con hierbas: Porque más es más. Patatas y croquetas es una combinación ganadora. Usa romero y tomillo para darle un toque aromático.
Verduras al vapor con aliño de limón: Un acompañamiento ligero que no roba protagonismo a las croquetas. El aliño de limón aporta un frescor que equilibra los sabores.
Gazpacho o salmorejo: Ideal para un toque refrescante en verano. La acidez del gazpacho complementa perfectamente la cremosidad de las croquetas.
Pan rústico o focaccia: Para mojar en la salsa que elijas. ¡Nada se desperdicia! Añade un poco de aceite de oliva y sal gruesa para un extra de sabor.
Arroz pilaf con especias: Si quieres un plato más contundente, el arroz especiado es el compañero perfecto. Prueba con comino, cardamomo y clavo para un toque exótico.
Tabulé de quinoa: Refrescante y lleno de sabor, ideal para croquetas con un toque mediterráneo. El perejil fresco y el limón añaden un frescor inigualable.
Puré de batata: Suavidad dulce que contrasta genial con croquetas saladas o especiadas. Añade un toque de nuez moscada para un sabor más profundo.
Coleslaw vegano: Crujiente y con ese punto ácido que corta la cremosidad de las croquetas. Usa yogur vegetal o mayonesa vegana para mantenerlo libre de lácteos.
Sopa ligera de verduras: Si quieres un menú completo y reconfortante, una sopa ligera es el acompañamiento ideal. La combinación de texturas hace que cada bocado sea una experiencia única.
El placer de compartir croquetas
Y hasta aquí la guía definitiva para conquistar corazones (y estómagos) con las croquetas vegetarianas. Desde los ingredientes estrella hasta las salsas perfectas y las versiones internacionales, ya tienes todo lo necesario para convertirte en un@ maestr@ croqueter@. Si después de todo esto no te animas a hacerlas en casa, no pasa nada… ¡para eso estamos en Solo de Croquetas! Tenemos una selección que hará que quieras probarlas todas, y sí, las vegetarianas y veganas están increíbles. 😍