Dicen que en Madrid hay más bares que días tiene el año, pero… ¿cómo elegir bien un lugar para comer en Madrid? No hay nada peor que sentarte en una terraza con vistas a la Plaza Mayor, emocionado por probar un bocadillo de calamares, y darte cuenta de que te han servido pan chicloso con calamares más duros que un chicle.
Si no quieres que te pase eso (y además quieres saber qué platos y tapas no te puedes perder), acompáñame en este recorrido gastronómico por Madrid. Te contaré no solo qué comer en la capital, sino también cómo evitar las trampas para turistas y disfrutar de una experiencia auténtica en la ciudad. Además, conocerás la historia de algunos de los platos más emblemáticos y los secretos que los hacen tan especiales.
En Madrid, las tapas no son solo comida: son una filosofía de vida. La idea es sencilla: pides una bebida, y con suerte, te ponen algo de comer gratis. En algunos sitios, te tocará una aceituna solitaria; en otros, una generosa ración de patatas o mini bocadillos. La clave está en saber dónde ir. Este concepto viene de tiempos antiguos, cuando los taberneros tapaban los vasos de vino con pan o embutido para evitar que entrara polvo o insectos.
Los madrileños han perfeccionado el arte de ir de tapas. Lo llaman “irse de cañas”, aunque podría ser de vinos o vermut. La ruta clásica suele empezar en La Latina y terminar en Malasaña, después de varias paradas y un buen surtido de tapas. Veamos algunas tapas imperdibles.
No es exactamente una tapa, pero es obligatorio probarlo. En los bares buenos, el pan es crujiente y los calamares tiernos y bien fritos. Si el bocata parece más goma que comida… error. Clásico de la Plaza Mayor, pero cuidado con los precios inflados. Los madrileños no suelen pedirlo en los bares turísticos, sino en sitios más escondidos donde saben que la calidad es garantizada.
Las originales llevan una salsa picante y no solo mayonesa con kétchup (¡pecado!). Si la salsa es naranja fosforito, sal corriendo. Este plato, nacido en Madrid en el siglo XX, se ha extendido por toda España con diferentes variaciones, pero la versión auténtica sigue siendo la favorita.
En Madrid hay dos tipos de personas: los que la prefieren jugosa y los que la quieren más cuajada. Para no fallar, busca sitios que usen ingredientes de calidad e incluso con versiones gourmet con ingredientes innovadores como trufa o queso brie. Así tendrás una experiencia de otro nivel.
Un clásico madrileño. Se sirven en cazuela de barro, chisporroteando con aceite, ajo y guindilla. Si el aceite no burbujea, algo va mal. Si el ajo no huele, algo va peor. Esta tapa, aunque parece simple, tiene su truco: el aceite debe ser de calidad y la gamba debe estar en su punto justo para que sea una experiencia inolvidable.
Madrid es el paraíso croquetero. Si te ponen unas croquetas con más bechamel que jamón… ¡huye! Las buenas tienen trocitos de jamón y una textura cremosa por dentro. Aunque las más tradicionales son de jamón, en Solo de Croquetas también puedes encontrar versiones de cocido madrileño, rulo de cabra e incluso croquetas dulces entre otros más de 30 sabores increíbles.
La ensaladilla madrileña se hace con mayonesa casera y atún de calidad. Si parece puré y lleva guisantes… no te fíes. Su origen es ruso, pero en Madrid ha adquirido una identidad propia con su característico toque casero.
Madrid es un lugar privilegiado para disfrutar de lo mejor de la gastronomía española. Aquí puedes encontrar platos icónicos que representan la riqueza culinaria del país, con recetas tradicionales que han pasado de generación en generación. ¡Toma nota!
Un plato emblemático de Madrid que se disfruta especialmente en invierno. Se compone de tres vuelcos: primero, una sopa caliente elaborada con el caldo resultante de la cocción; segundo, los garbanzos acompañados de verduras y embutidos como el chorizo y la morcilla; y tercero, las carnes, que incluyen morcillo de ternera, tocino y pollo. Es un plato contundente que representa la esencia de la cocina castellana.
Una de las recetas más populares en Madrid, que consiste en una base de patatas fritas sobre las que se colocan huevos fritos con la yema aún líquida, de manera que al romperlos, impregnan las patatas, queda una mezcla muy cremosa. Se suelen acompañar con jamón ibérico, chorizo o incluso gulas, son combinaciones llenas de sabor.
Este guiso tradicional se elabora con rabo de toro o vaca cocinado a fuego lento en un sofrito de verduras, vino tinto y especias hasta que la carne queda tan tierna que se deshace con el tenedor. Su textura melosa y su potente sabor lo convierten en una de las opciones más apreciadas de la cocina española.
Aunque originarios de Galicia, los pimientos de Padrón son un imprescindible en los bares y tabernas madrileñas. Se fríen en aceite de oliva y se sirven con escamas de sal gruesa. La gracia del plato está en que algunos pimientos son dulces y otros sorprenden con un toque picante, haciendo que cada uno sea una experiencia diferente.
Las croquetas son un clásico de la gastronomía española y en Madrid es posible encontrar versiones muy originales. En Solo de Croquetas, tienes una croqueta inspirada en los sabores más representativos de cada comunidad autónoma. Desde la croqueta de jamón ibérico que rinde homenaje a Extremadura hasta la de sobrasada que destaca los sabores de Baleares, croqueta de cachopo asturiano y mucho más. Es un recorrido por España a través de las croquetas. ¡Increíble!
Un guiso contundente que forma parte del recetario tradicional de Madrid. Se elabora con tripas de ternera, chorizo, morcilla y un toque de pimentón que le aporta un sabor intenso y una textura gelatinosa. Se suele acompañar con pan para mojar en la salsa, que es una de las partes más apreciadas de este plato. Aunque no es apto para todos los paladares, quienes lo prueban suelen repetir.
Aunque los churros y las porras se consumen en toda España, en Madrid se han convertido en un desayuno o merienda imprescindible. Se sirven recién hechos, crujientes por fuera y esponjosos por dentro, acompañados de una taza de chocolate espeso y caliente en el que se pueden mojar. Es un placer reconfortante que se disfruta especialmente en los meses fríos, aunque cualquier momento es bueno para darse un capricho.
Si quieres asegurarte de encontrar un lugar para comer en madrid que merece la pena antes de sentarte, presta atención a estos detalles:
Hay opciones para todos los bolsillos, solo debes saber elegir tanto el barrio como el lugar. Aquí tienes algunas recomendaciones según lo que quieras gastar para comer en Madrid:
Cuando alguien pregunta que comer en Madrid, suelo decir que está llena de sitios buenos, pero también de trampas para turistas. Si quieres evitar chascos, sigue estos consejos:
Madrid no solo es un referente en gastronomía española, sino que también es una de las ciudades más diversas del mundo en cuanto a cocina internacional.
Gracias a su carácter cosmopolita y multicultural, en la capital encuentras una amplia variedad de restaurantes que ofrecen auténticos sabores de distintas partes del mundo. Desde comida callejera hasta elaboraciones de alta cocina, Madrid es un destino perfecto para los amantes de la gastronomía global.
La gastronomía mexicana ha encontrado un hogar en Madrid, atrayendo tanto a locales como a visitantes con su variedad de sabores intensos y contrastes únicos. Más allá del popular tex-mex, en la capital es posible disfrutar de recetas tradicionales preparadas con ingredientes importados directamente de México.
Los tacos al pastor, con su carne marinada en achiote y cocinada en trompo, se sirven con piña y cilantro, creando un equilibrio perfecto entre dulzura, acidez y especias. Otros platos imprescindibles incluyen los tamales, envueltos en hojas de maíz y rellenos de carne o vegetales, y el guacamole, que en su versión auténtica se prepara con aguacate fresco, cebolla, cilantro y jugo de lima.
No podemos olvidar las salsas, desde la picante salsa roja hasta la refrescante salsa verde, esenciales para complementar cada plato.
El boom de la comida japonesa en Madrid ha llevado a la proliferación de locales que ofrecen sushi, ramen y otras delicias niponas elaboradas con la precisión y el respeto por la tradición que caracterizan a esta gastronomía.
El sushi se ha convertido en un referente en la capital, destacando variedades como los nigiris, makis y sashimis, siempre preparados con pescado fresco de alta calidad. Por otro lado, el ramen ha ganado protagonismo, especialmente en los meses fríos, con su caldo cocinado a fuego lento durante horas para extraer todo el umami de los huesos y las verduras.
Además, platos como el yakitori, brochetas de pollo a la parrilla glaseadas con salsa teriyaki, y el tonkatsu, un crujiente filete de cerdo empanado, han logrado enamorar a los paladares madrileños.
Si hay una gastronomía que ha sabido integrarse en la cultura madrileña, esa es la italiana. Madrid está repleta de trattorias que ofrecen pastas frescas elaboradas a mano y salsas tradicionales cocinadas con mimo y paciencia.
Platos como la carbonara, en su versión auténtica con huevo, pecorino, panceta y sin nata, o la pasta al ragú, donde la carne se cocina lentamente hasta deshacerse en una salsa rica y sabrosa, son imprescindibles.
También destacan las pizzas napolitanas, con su base fina y crujiente, ingredientes de calidad y cocción en horno de leña, que permiten que la masa adquiera el equilibrio perfecto entre suavidad y resistencia. No podemos olvidar los postres, donde el tiramisú y la panna cotta se han convertido en auténticos clásicos que cierran cualquier comida italiana de manera deliciosa.
La cocina peruana ha conquistado Madrid con su combinación única de influencias indígenas, españolas, africanas y asiáticas. El ceviche, considerado el plato estrella del país andino, se prepara con pescado marinado en limón, acompañado de cebolla morada, ají y cilantro, creando una explosión de frescura y sabor.
Otro plato icónico es el lomo saltado, una fusión de cocina criolla y china, donde la carne de res se saltea con cebolla, tomate y salsa de soja en un wok a alta temperatura. También destacan los anticuchos, brochetas de carne marinada en especias y asadas a la parrilla, y la causa limeña, un pastel frío de puré de papa amarilla relleno de atún, pollo o mariscos.
La cocina libanesa es una de las más antiguas y ricas en especias, texturas y combinaciones sorprendentes. En Madrid es posible disfrutar de sus platos más emblemáticos, como el hummus, una crema de garbanzos con tahini y limón que se sirve con pan de pita recién horneado.
El falafel, hecho a base de garbanzos triturados y especias, es otra opción deliciosa, ideal tanto en formato de plato como dentro de un pan de pita con ensalada y salsa de yogur. Los kibbeh, croquetas de carne y trigo bulgur especiadas y crujientes, y el shawarma, carne marinada en una mezcla de especias y asada en vertical hasta lograr una textura jugosa y llena de sabor, son imprescindibles.
La cocina libanesa se caracteriza por su capacidad de equilibrar ingredientes frescos con mezclas de especias aromáticas, logrando platos llenos de sabor y muy saludables.
La gastronomía india ha ganado gran popularidad en Madrid, ofreciendo platos cargados de especias, aromas y texturas vibrantes. Los currys, en sus múltiples variedades, se preparan con mezclas de especias como cúrcuma, cardamomo, comino y cilantro, y pueden llevar carne, pescado o vegetales.
El pollo tikka masala es una de las opciones más conocidas, con su cremosa salsa de tomate y especias, mientras que el biryani, un arroz especiado con carne o verduras, es una alternativa perfecta para quienes buscan un plato sabroso y contundente.
Además de estas gastronomías destacadas, Madrid cuenta con una oferta global que abarca casi cualquier tipo de cocina que se pueda imaginar. La comida coreana ha ganado terreno con platos como el bibimbap, un bol de arroz con verduras, huevo y carne, y el kimchi, col fermentada con un sabor potente y picante.
Y la gastronomía tailandesa también tiene una fuerte presencia, con el pad thai, fideos de arroz salteados con tamarindo, cacahuetes y gambas, y los currys aromáticos preparados con leche de coco y hierbas frescas.
Desde las recetas más castizas hasta la mejor cocina internacional, la capital ofrece opciones para todos los gustos y presupuestos. Ya sea que busques una experiencia culinaria sofisticada o prefieras perderte en las tabernas más auténticas, cada rincón de la ciudad tiene algo especial que ofrecer. Y ya sabes, si quieres probar las mejores croquetas de Madrid, ¡te esperamos en Solo de Croquetas!
Solo de croqueta ha compartido en redes sociales su creación, de 2,70 metros de longitud y 50 kilos de peso.
Cada 16 de enero se celebra el Día Internacional de la Croqueta, y para celebrarlo te contamos algunos datos curiosos sobre las tendencias a la hora de comer estas pequeñas delicias.
Un auténtico paraíso de las croquetas con más de 30 sabores diferentes, enamora a cientos de personas en Madrid y toda España.
Todas nuestras croquetas son sin gluten. Sí, sí, has leído bien. ¡Todas! Más de 30 tipos de croquetas sin gluten.
Disponemos de una amplia selección de croquetas sin lactosa que harán las delicias de todos los intolerantes.
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