Cómo hacer croquetas

Cómo hacer croquetas perfectas sin errores

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Las croquetas son como las series de Netflix: empiezas con una y no puedes parar hasta que te acabas la temporada entera. Porque, seamos sinceros, nadie se come solo una croqueta. Si lo haces, te estás perdiendo la verdadera experiencia croquetera, esa que va desde el crujido perfecto del rebozado hasta el abrazo cálido y cremoso de su interior.

Hoy te voy a contar todo lo que necesitas saber de como hacer croquetas perfectas. Desde los ingredientes básicos hasta los secretos para que no te exploten al freírlas (sí, eso pasa más de lo que crees). Presta atención y prepara el boli y papel porque cuando acabemos, tus croquetas van a ser la envidia del vecindario.

El arte de convertir bechamel en felicidad crujiente

Las croquetas son como pequeños trozos de felicidad envueltos en pan rallado. Pero, ¿qué hace que sean tan irresistibles? La combinación de texturas: el crujiente del rebozado y la suavidad del relleno. Esa dualidad es lo que convierte a las croquetas en el plato universal que todos amamos.

Aquí te lo cuento todo, desde lo básico hasta los trucos más pro para que tus croquetas sean dignas de un chef.

1. Ingredientes básicos: lo esencial para la croqueta perfecta

Antes de empezar, necesitas una base sólida. Como en cualquier receta, los ingredientes son clave:

  • Harina: Para espesar la bechamel y darle esa textura cremosa. Usa una de buena calidad, y si puedes, tamízala para evitar grumos.
  • Mantequilla o aceite de oliva: Depende de tu estilo. La mantequilla da un toque más suave y cremoso, mientras que el aceite de oliva aporta un sabor más robusto.
  • Leche: Mejor si está a temperatura ambiente para evitar grumos en la bechamel. También puedes usar caldo para un sabor más intenso.
  • Ingredientes estrella: Jamón, pollo, bacalao… o lo que tengas por casa. Aquí es donde entra en juego tu creatividad y si quieres más ideas, puedes revisar los otros artículos que tenemos en nuestra web.
  • Huevo y pan rallado: El combo ganador para el rebozado crujiente. Prueba con panko si quieres un extra crunch.

Pro tip: Para un toque gourmet, añade especias o hierbas frescas al pan rallado, como tomillo o pimentón ahumado. El resultado es espectacular.

2. Variedades populares: croquetas para todos los gustos

Aquí no hay límites. Desde las clásicas croquetas de jamón serrano hasta las más gourmet, como las de setas o trufa, este plato es un lienzo en blanco. Algunas de las favoritas son:

  • Jamón serrano: Un clásico que nunca falla. El equilibrio entre salado y cremoso es perfecto.
  • Pollo: Ideales para aprovechar los restos de un buen asado o caldo.
  • Bacalao: Un toque marinero que siempre sorprende. Con un poquito de perejil, son insuperables.
  • Queso de cabra: Si eres amante del queso, estas son un espectáculo.
  • Setas: Especialmente con boletus o trufa, son una opción sofisticada y llena de sabor.

¿Y si te sientes valiente? Experimenta con combinaciones locas, como croquetas de chocolate, curry, o incluso croquetas dulces de arroz con leche. ¡La creatividad no tiene límites!

3. La bechamel perfecta: el corazón de la croqueta

La bechamel es la clave de todo. Sin ella, no hay croquetas. Pero no te preocupes, dominarla es más fácil de lo que parece. Aquí tienes los pasos en resumen:

  1. Funde la mantequilla: Derrítela a fuego medio en una sartén. Cuando esté completamente líquida, añade la harina poco a poco, removiendo sin parar.
  2. Haz un roux: Cocina la mezcla de harina y mantequilla durante unos minutos. Esto elimina el sabor a crudo de la harina.
  3. Incorpora la leche: Hazlo poco a poco y remueve constantemente con unas varillas para evitar grumos. Mejor si la leche está caliente.
  4. Añade el ingrediente estrella: Una vez que tengas una mezcla cremosa, incorpora el jamón, pollo o lo que hayas elegido.

El truco: La masa debe ser lo suficientemente espesa como para moldearla. Si al final tienes algo que parece sopa, vuelve al paso uno y revisa este artículo donde te comparto todos mis trucos para hacer la mejor bechamel para croquetas (sin llorar, todos hemos estado ahí).

4. Técnicas de rebozado: el secreto del crujiente perfecto

Aquí es donde ocurre la magia y también donde muchos se equivocan. El rebozado es uno de los pasos más importantes y por eso le he dedicado un artículo completo que puedes leer aquí. Por ahora, este es un pequeño resumen:

  1. Pasa las croquetas por huevo batido.
  2. Rebózalas en pan rallado o la harina que elijas. Si quieres un extra crujiente, prueba con panko o pan rallado grueso.
  3. Repite el proceso si quieres un rebozado doble. Más crujiente, más felicidad.

5. Formación de las croquetas: trucos para darles la forma ideal

La formación de las croquetas es uno de esos pasos que parecen simples, pero que tienen su truco para lograr resultados impecables. Aquí te dejo todo lo que necesitas saber antes, durante y después de moldearlas:

Antes de darles forma:
  • Enfría bien la masa: Una masa tibia o caliente será más difícil de trabajar, ya que se pegará a las manos o a las cucharas. Déjala reposar en la nevera durante al menos 4 horas, o mejor aún, toda la noche.
  • Prepara un espacio limpio: Usa una superficie plana y ligeramente enharinada para evitar que la masa se adhiera.
  • Ten tus herramientas listas: Unas cucharas, un bol con agua para humedecer las manos y una bandeja cubierta con papel vegetal para colocar las croquetas formadas son imprescindibles.
Durante la formación:
  • La técnica clásica: Usa dos cucharas para darles forma alargada. Este método es ideal si buscas croquetas uniformes sin ensuciarte demasiado.
  • Usa tus manos: Si prefieres hacerlo manualmente, humedece ligeramente tus manos con agua fría para que la masa no se pegue. Forma bolitas o cilindros, según prefieras.
  • Experimenta con formas: ¿Por qué no hacer croquetas en forma de corazón, estrella o incluso pequeñas esferas perfectas para bocados individuales? Usa moldes pequeños o simplemente dale rienda suelta a tu creatividad.
Después de darles forma:
  • Colócalas con cuidado: Una vez formadas, ponlas en una bandeja sin que se toquen entre sí. Esto evitará que se deformen.
  • Cúbrelas con film transparente: Así evitarás que se resequen durante el tiempo de reposo.
  • Congelación para mayor firmeza: Si quieres que tus croquetas queden perfectas al freír, congélalas durante al menos 30 minutos antes de empanarlas. Esto también ayuda a prevenir explosiones durante la fritura.

Consejo extra: Si estás haciendo grandes cantidades, forma todas las croquetas antes de pasar al empanado. Esto agiliza el proceso y te permite concentrarte en un paso a la vez.

6. Tiempo de reposo: paciencia, pequeño saltamontes

Una vez formadas, es clave dejarlas reposar en la nevera durante al menos una hora. Esto ayuda a que mantengan su forma al freír. Si tienes prisa, mételas al congelador durante 20 minutos.

7. Aceite adecuado para freír: el oro líquido de las croquetas

Freír croquetas no es cualquier cosa. Necesitas aceite de calidad (mejor de oliva) y la temperatura adecuada: unos 180 °C. ¿Cómo saberlo? Si tiras un trocito de pan y se dora en segundos, está listo.

Tipos de aceites que puedes usar:
  1. Aceite de oliva virgen extra: El más recomendado por su sabor intenso y su capacidad para soportar altas temperaturas sin degradarse.
  2. Aceite de girasol alto oleico: Una alternativa más económica pero igualmente adecuada, con un sabor más neutro.
  3. Aceite de coco refinado: Ideal para quienes buscan una opción diferente, aporta un ligero dulzor que puede combinar bien con croquetas dulces o innovadoras.
  4. Aceite de aguacate: Aunque menos común, su alta resistencia al calor lo convierte en una opción saludable y sofisticada.

Puedes ponerte todo lo creativ@ que quieras, tanto con el relleno como con el aceite que vas a usar para freirlas, pero ya te digo que el aceite de oliva nunca falla.

Consejo extra: No sobrecargues la sartén. Freír demasiadas croquetas a la vez puede bajar la temperatura del aceite y arruinar el resultado. Usa suficiente aceite para que las croquetas floten y se frían uniformemente por todos lados.

8. Cómo evitar que tus croquetas exploten al freírlas

El horror máximo: ¡croquetas que explotan! Para evitarlo:

  • Asegúrate de que estén bien frías antes de freírlas.
  • No sobrecargues la sartén; dales espacio para “nadar” en el aceite.
  • Controla la temperatura: si el aceite está muy caliente, ¡BOOM!

Pro tip: Si quieres ir a lo seguro, congela las croquetas antes de freírlas. Esto reduce el riesgo de explosiones.

Croquetas hechas con amor y buena técnica

Hacer croquetas es casi un arte, pero con estos pasos, tú también podrás dominarlo. Y si alguna vez no te apetece meterte en la cocina, recuerda que en Solo de Croquetas tenemos las mejores opciones listas para ti. Porque nada dice “te quiero mucho” como una croqueta bien hecha.

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