Croquetas de calabacín: Receta en simples pasos

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Vale, lo admito: al principio pensé que hacer croquetas de calabacín era un invento de mi abuela para que comiera más verduras. Ya sabes, esa típica jugada de camuflar lo “verde” para que los más pequeños no pongan cara de asco. Pero, sorpresa, el primer bocado fue como un flechazo. ¿Cómo puede algo tan simple como un calabacín convertirse en una croqueta tan cremosa y crujiente a la vez? Me quedé sin palabras. 

Como decimos en Solo de Croquetas: “Aquí todo puede ser croqueta”. Así que si estás buscando una forma diferente, ligera y deliciosa de disfrutar croquetas, ¡te lo digo desde ya! Las de calabacín tienen todo lo que necesitas: sabor, textura y ese toque que hace que quieras repetir (y esconderte el último par en la nevera para que nadie te las robe jajaja). Pero, antes de meternos de lleno en la receta, vamos a entender qué hace del calabacín un ingrediente especial.

El calabacín: versátil y saludable

El calabacín es como ese amigo humilde que nunca busca ser el centro de atención, pero siempre está ahí para salvar la situación. Originario de América, aunque los italianos lo pusieron de moda en Europa con su versión “zucchini”, esta verdura es un auténtico comodín en la cocina.

Los aztecas ya cultivaban una versión primitiva del calabacín, y los colonizadores españoles lo llevaron a Europa en el siglo XVI. Desde entonces, ha evolucionado para convertirse en el ingrediente estrella de muchas cocinas.

¿Lo mejor?

  • Nutrición: Es bajo en calorías, rico en agua (alrededor del 95%) y lleno de vitaminas como la A, la C y minerales como el potasio. Es perfecto para hidratarte y mantener tu piel radiante.

  • Versatilidad: Su sabor neutro lo convierte en una base ideal para combinar con especias, quesos y otras verduras. Es como un lienzo en blanco para tu creatividad en la cocina.

Por si fuera poco, el calabacín también es fácil de cultivar en casa. Si tienes un pequeño huerto urbano o incluso una maceta, podrías abastecerte de esta maravillosa verdura sin depender del supermercado.

 

¿Por qué croquetas de calabacín?

A ver, la pregunta del millón: ¿por qué elegir croquetas de calabacín cuando podrías hacerlas de jamón, bacalao o pollo? Fácil. Estas croquetas no solo son ligeras y nutritivas, sino que también son una forma fantástica de incluir verduras en tu dieta sin sentir que estás “comiendo verde”.

  • Textura: El calabacín aporta una jugosidad natural a las croquetas que las hace irresistiblemente cremosas.

  • Sabor: Combina perfectamente con hierbas como la albahaca, el perejil o incluso el orégano. Si le añades queso parmesano o mozzarella, el resultado es espectacular.

  • Salud: Es una opción ideal para quienes buscan reducir calorías sin sacrificar el placer de comer algo delicioso. ¡Y sí, también son aptas para los peques más “anti-verduras”!

Y aquí un dato curioso: en algunas culturas, el calabacín es considerado un símbolo de abundancia. Imagínatelo: cada croqueta que comes podría estar atrayendo cosas buenas a tu vida jajaja. ¿No es una razón suficiente para prepararlas ya mismo?

Receta sencilla de croquetas de calabacín paso a paso

Aquí te dejo una receta básica, paso a paso, para que disfrutes de tus croquetas de calabacín:

Ingredientes:
  • 2 calabacines medianos

  • 1 cebolla mediana (opcional, para más sabor)

  • 50 g de mantequilla

  • 50 g de harina

  • 400 ml de leche (o leche vegetal, si prefieres)

  • 100 g de queso rallado (parmesano, mozzarella o el que más te guste)

  • Sal, pimienta y nuez moscada al gusto

  • Pan rallado

  • 2 huevos batidos

  • Aceite para freír

Preparación:
  1. Cocina el calabacín: Ralla los calabacines y sácalos a un colador. Espolvoréalos con sal y déjalos reposar durante 10-15 minutos para que suelten el exceso de agua. Luego, escúrrelos bien presionando con un paño limpio o papel de cocina.

  2. Prepara la base: En una sartén grande, derrite la mantequilla y sofríe la cebolla finamente picada hasta que esté transparente. Añade el calabacín rallado y cocina por unos minutos para que pierda más agua.

  3. Haz la bechamel: Añade la harina a la mezcla de calabacín y remueve bien hasta que no queden grumos. Poco a poco, vierte la leche mientras remueves constantemente para formar una bechamel suave. Agrega sal, pimienta, nuez moscada y el queso rallado. Cocina a fuego medio hasta que la mezcla se despegue de las paredes de la sartén.

  4. Enfría la masa: Transfiere la masa a un recipiente y cúbrela con papel film (tocando la superficie para evitar que se forme costra). Deja enfriar por completo en la nevera durante al menos 2 horas o toda la noche.

  5. Forma las croquetas: Con las manos ligeramente enharinadas, toma porciones de la masa y dales forma de bolitas o cilindros. Pásalas primero por huevo batido y luego por pan rallado.

  6. Fríe o hornea: Calienta el aceite en una sartén y fríe las croquetas hasta que estén doradas y crujientes. Si prefieres una versión más ligera, hornéalas a 200°C durante 15-20 minutos, rociándolas con un poco de aceite.

  7. Sirve y disfruta: Acompáñalas con tu salsa favorita o una ensalada fresca. ¡Buen provecho!

Croquetas de calabacín: ¿Son croquetas vegetarianas?

La mejor parte de esta receta es que puedes adaptarla a tu gusto. Si quieres que sean 100% vegetarianas, simplemente usa un caldo de verduras para la bechamel y reboza con huevo y pan rallado (o alternativas veganas si prefieres).

  • Opciones veganas: Sustituye el huevo por una mezcla de harina de garbanzo y agua, y utiliza un pan rallado sin ingredientes animales.

  • Combinaciones: Si te gusta experimentar, prueba mezclando el calabacín con zanahorias ralladas, espinacas o incluso champiñones salteados. Cada combinación aporta un toque único.

Y si quieres sorprender a tus amigos vegetarianos, estas croquetas serán el plato estrella en cualquier reunión. Nadie podrá resistirse.

 

Variantes de la receta: Dale un giro único

¿Quieres llevar tus croquetas de calabacín a otro nivel? Aquí van algunas ideas:

  • Con queso: Añade un poco de queso parmesano o gorgonzola a la mezcla para un toque salado irresistible.

  • Hierbas frescas: Prueba con albahaca, perejil o incluso hierbabuena para darles un aroma fresco.

  • Especias: Un poco de nuez moscada, pimienta negra o incluso una pizca de curry puede cambiarlo todo.

  • Crujiente extra: Mezcla pan rallado con semillas de sésamo, panko o incluso almendras trituradas para un rebozado aún más crujiente.

    Y si te sientes creativo, ¡prueba con un toque de ralladura de limón o lima para darles un aire fresco!

¿Cómo congelar tus croquetas de calabacín?

Una de las maravillas de las croquetas es que puedes prepararlas con antelación y congelarlas para esas noches en las que no te apetece cocinar. El truco para que mantengan su textura y sabor es congelarlas antes de freírlas.

  • Paso a paso:

    1. Forma las croquetas y pásalas por el rebozado.

    2. Colócalas en una bandeja separadas entre sí y mételas al congelador.

    3. Una vez congeladas, guárdalas en una bolsa hermética o un tupper.

  • Cómo cocinarlas: Pásalas directamente del congelador a la sartén o al horno. ¡Quedarán perfectas!

Croquetas ligeras pero llenas de sabor

Lo mejor de las croquetas de calabacín es que puedes hacerlas más ligeras sin sacrificar sabor. En lugar de freírlas, puedes hornearlas con un chorrito de aceite por encima o cocinarlas en la air fryer. Así consigues una textura crujiente y un interior cremoso, pero con menos grasa.

  • Pro-tip: Usa un rebozado doble (huevo, pan rallado, huevo, pan rallado) para conseguir una capa más dorada y crujiente.

  • Alternativa saludable: Mezcla el pan rallado con avena molida para un rebozado más ligero y un toque diferente. 

Acompañamientos perfectos

Las croquetas son el alma de la fiesta, pero necesitan sus acompañantes para brillar al máximo. Aquí van algunas ideas:

  • Salsas clásicas: Un alioli suave, una salsa de yogur con limón y hierbas, o incluso una mayonesa de curry pueden llevar tus croquetas a otro nivel.

  • Ensaladas frescas: Una mezcla de rúcula, tomates cherry y nueces puede ser el complemento perfecto para un plato equilibrado.

  • Verduras al vapor: Si buscas mantener el plato ligero y saludable, acompaña con brócoli, zanahorias o espárragos al vapor.

  • Pan de ajo casero: Un pan crujiente con un toque de ajo y perejil puede ser la guarnición perfecta para complementar la cremosidad de las croquetas.

  • Salsa picante: Si te gusta el toque atrevido, una salsa de chile dulce o un dip picante con jalapeños puede darle ese extra que sorprenda a tus invitados.

  • Patatas especiadas: Acompaña con unas patatas asadas con hierbas y especias, como tomillo, romero y pimentón, para un extra de sabor.

Consejos para que los peques adoren las croquetas de calabacín

Si tus hijos son de los que huyen de las verduras como si fueran un castigo divino, estas croquetas pueden ser tu salvación. Algunas ideas:

  • Forma divertida: Hazlas más pequeñas o dales forma de palitos para que sean más fáciles de comer.

  • Añade queso: A los niños les encanta el queso, así que no dudes en incorporar un poco a la mezcla.

  • Salsas para mojar: Convierte la comida en un juego con diferentes salsas para que elijan su favorita.

Cómo aprovechar calabacines que tienes por casa

Todos hemos pasado por eso: compras un par de calabacines porque “esta semana voy a comer sano”, y acaban olvidados en el fondo del cajón de las verduras. Pues bien, estas croquetas son la solución perfecta para darles una segunda oportunidad.

  • Combinaciones con otras verduras: Mezcla el calabacín con zanahorias ralladas, cebollas o incluso espinacas frescas que también necesiten ser utilizadas. Esto aportará más sabor y nutrientes a tus croquetas.

  • Incorpora hierbas frescas: Si tienes perejil, albahaca o cilantro en la nevera, agrégalos a la mezcla para un toque aromático que realzará el sabor del calabacín.

  • Salsas hechas en casa: Aprovecha tomates maduros para hacer una salsa de tomate casera que complemente perfectamente tus croquetas de calabacín.

  • Textura extra: Si tienes frutos secos como almendras o nueces, tritúnalos y agrégalos al pan rallado para un rebozado crujiente y lleno de sabor.

  • Ralladura de cítricos: Para un toque fresco y original, incorpora ralladura de limón o lima en la masa. Este pequeño detalle hará que tus croquetas destaquen por su sabor.

Las croquetas de calabacín son la combinación perfecta entre sabor, salud y versatilidad. Y si algún día no tienes tiempo o ganas de cocinar, recuerda que en Solo de Croquetas siempre encontrarás opciones deliciosas y listas para disfrutar, desde las croquetas de zarangollo murciano hechas a base de calabacín hasta las de cecina con queso gorgonzola, cocido madrileño y mucho más. Porque la vida es demasiado corta para no comer croquetas, ¿verdad?

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