Croquetas de pollo y jamón: ¿Cuál elegir y por qué?

¿Alguna vez te has peleado con alguien por el mejor sabor de croqueta? Bueno, ese fue uno de los debates en mi cena de Nochebuena cuando todos disfrutaban las croquetas de pollo y jamón. Jajaja, el debate fue iniciado por mí, claro, porque siempre me meto en esas discusiones croqueteras épicas.

Todo empezó con una pregunta inocente: “¿Cuál prefieres, pollo o jamón?”, y de repente estábamos en una guerra de argumentos. Y no podía quedarme con las ganas de saber qué piensas tú, así que hoy vamos a elegir equipo: ¿pollo o jamón? Pero antes, vamos a hablar un poco más de ambos sabores.

El origen de los ingredientes: ¿Quién tiene más historia?

Cuando hablamos de historia en la cocina, tanto el pollo como el jamón tienen currículums dignos de un chef Michelin. El pollo, por ejemplo, lleva siglos siendo una de las carnes más consumidas del mundo. Desde las sopas curativas de la abuela hasta el pollo asado de los domingos, es el rey del “comfort food”.

Por otro lado, el jamón es el favorito de las abuelas y al mismo tiempo, es pura elegancia. Piensa en un buen jamón serrano curado: no es solo comida, es arte. Su historia empieza con los romanos, que ya flipaban con el jamón curado como una delicatessen. Así que aquí tenemos un duelo difícil: tradición hogareña contra glamour gourmet.

A todo esto, ¿te imaginas a los romanos intentando freír croquetas en sus primeras versiones de sartenes? Probablemente no, pero lo que sí sabemos es que adoraban cualquier cosa que combina sabor y practicidad. Y aquí es donde el pollo suma algunos puntos por lo versátil que es para crear nuevos sabores, profundizaremos en eso más adelante.

Croquetas de pollo y jamón según tu personalidad

A ver, seamos sinceros, elegir entre pollo y jamón no es solo una cuestión de sabor. ¡Es un test de personalidad en toda regla! jajaja

  • Croquetas de pollo: Si eres de los que elige croquetas de pollo, probablemente eres una persona práctica, que valora lo seguro, lo familiar. Eres ese amigo que siempre lleva abrigo “por si refresca” y que siempre sabe dónde está el cargador del móvil.

  • Croquetas de jamón: Si te inclinas por las croquetas de jamón, quizá eres de los que vive la vida con un toque extra. Un poco más arriesgado, más sibarita. Eres quien en una cena pide el plato más raro del menú y luego dice: “Esto tiene un toque de trufa, ¿no?”.

¿Y si no puedes decidirte? Bueno… quizás seas como yo: alguien que quiere comerse las dos bandejas mientras el resto sigue discutiendo.

Pero ojo, la personalidad también se refleja en cómo las disfrutas. Por ejemplo:

  • Si comes las croquetas de un bocado, probablemente seas alguien práctico, directo y con la paciencia un poco fina jajaja. 

  • Si las partes por la mitad para inspeccionar el relleno, claramente eres más perfeccionista… o un cotilla de la comida.

Sea como sea, mientras ames las croquetas tanto como yo, estás en el lugar correcto y eres parte del team.

Maridaje perfecto para croquetas de pollo y jamón

Aquí es donde la cosa se pone interesante. Porque sí, una croqueta se puede disfrutar perfectamente sola, pero con la bebida adecuada puede ser otro nivel.

  • Croquetas de Pollo: Perfectas con una cerveza rubia fresquita, tipo lager. ¿Por qué? Porque el pollo tiene un sabor más suave, y la cerveza ayuda a resaltar ese toque cremoso de la bechamel sin robarle protagonismo. ¿No te gusta la cerveza? Un vino blanco, como un albariño, también es una maravilla.

  • Croquetas de Jamón: Aquí la cosa cambia. El jamón pide algo con más carácter. Un buen vino tinto, como un rioja o un ribera, es el compañero ideal. Si quieres ir un paso más allá, un fino o una manzanilla (sí, ese vino que a veces solo beben los abuelos jajaja). Y para los atrevidos: un buen vermut. Por cierto, ¿sabías que en Solo de croquetas tenemos una vermutería con más de 13 vermuts diferentes? ¡Es una pazada!

Extra Tip: Si estás en una reunión con amigos, organiza una cata de croquetas con diferentes bebidas. Pueden hacer un concurso para elegir el maridaje ganador, es diversión asegurada.

¿Quién gana en versatilidad entre croquetas de pollo y jamón?

Aunque las croquetas clásicas siempre serán la croqueta de pollo y jamón, hay muchas formas de reinventar estos sabores:

  • Con Pollo: Puedes añadir curry para una versión exótica, mezclarlo con espinacas y queso feta, o incluso hacer una croqueta de pollo barbacoa. Estas son solo algunas ideas, pero ya te digo que cuando hablamos de pollo, las especias y salsas son tus mejores amigas para descubrir nuevos sabores ¡Ponte creativ@!

  • Con Jamón: Aquí puedes jugar con quesos como manchego o brie, agregar dátiles para un toque dulce, o incluso un toque de trufa para un perfil más sofisticado. El jamón ya agrega bastante sabor por si solo, así que es mejor que no te pases con los complementos para no opacar los sabores.

¿Estás pensando lo mismo que yo? La verdad es que, si pensamos en todo lo dicho, el pollo podría llevarse el premio a la versatilidad. Su sabor neutro hace que sea muy fácil experimentar con especias, salsas y combinaciones creativas.

Desde una croqueta con curry hasta una con barbacoa, las posibilidades son infinitas. Pero, el jamón tiene su propia magia: aunque con menos variaciones, su sabor intenso lo hace único. Es como el actor principal de una película, siempre destaca sin importar el reparto.

La versatilidad depende de lo que busques: creatividad infinita con el pollo o perfección intensa con el jamón. Y si no puedes elegir (como yo jajaja) puedes tener ambas cosas.

Diferentes usos de las croquetas en fiestas, cenas o picnics

Las croquetas son el comodín perfecto para cualquier ocasión, pero elegir entre croquetas de pollo y jamón también puede depender del momento:

  • Fiestas: Las croquetas de jamón triunfan porque tienen ese toque más “premium”. ¿Quieres impresionar a los invitados? Saca una bandeja de croquetas bien doraditas y crocantes y mira cómo desaparecen en segundos.

  • Cita perfecta: Si estás organizando una cena romántica o casual con alguien especial, unas croquetas de jamón con un buen vino pueden ser un punto extra para romper el hielo. ¿Quién puede resistirse a una croqueta bien hecha?

  • Cenas familiares: Aquí las de pollo son el alma de la fiesta. Son más neutras, así que hasta el primo tiquismiquis o los peques más exigentes estarán contentos.

  • Regalos croqueteros: ¿Te han invitado a una cena y no sabes qué llevar? Un pack de croquetas variadas es un regalo original que todos disfrutarán. Aquí no tienes que elegir, puedes combinar croquetas de pollo y jamón e incluso incluir sabores sorpresa para animar el momento.

  • Picnics: ¿Hay algo más cómodo que llevar croquetas de pollo para tu grupo de amig@s? Así evitas comentarios de “no soy mucho de jamón”. Pero oye, también te digo que si no le gusta el jamón, esa amistad no dura mucho jajaja.

  • Sorpresa croquetera: Para un picnic más creativo, lleva croquetas rellenas de sabores inesperados, como espinacas y queso o pollo con curry, ¡y deja que tus amigos adivinen los ingredientes! Si no quieres prepararlas, recuerda que puedes pedir tus croquetas favoritas en Solo de Croquetas.

El nivel de dificultad en la cocina

En cuanto a preparación, hay diferencias interesantes aunque no necesitas ser expert@ para hacer buenas croquetas de pollo y jamón:

  • Pollo: Es fácil de manejar, sobre todo si aprovechas sobras de un asado. Pero si no trabajas bien la bechamel, puedes acabar con croquetas más secas que un lunes por la mañana.

  • Jamón: Aunque su sabor es más intenso, requiere más equilibrio. Si te pasas con la cantidad, el sabor puede dominar demasiado. Además, los trocitos tienen que ser pequeños para evitar que la croqueta se rompa.

Extra: Si eres un novato en la cocina, puedes empezar con pollo. Pero si buscas un reto y quieres impresionar, lánzate con las de jamón y agrega tu toque especial. Por cierto, tienes todos mis secretos de las recetas de croquetas de pollo y jamón en artículos anteriores.

Nuestro veredicto en Solo de Croquetas

Ahora sí, vamos a lo que vinimos: ¿qué dice nuestro equipo croquetero? Pues… ¡es complicado! Las croquetas de pollo son perfectas para quienes buscan algo suave, reconfortante y clásico. Pero las de jamón son la opción ideal para quienes quieren un sabor más sofisticado, intenso y con sabor a los domingos en casa de la abuela.

Nuestro consejo: no elijas. La vida es demasiado corta para decir “no” a cualquier croqueta. En Solo de Croquetas, tenemos más de 30 sabores increíbles entre salados y dulces y creemos que la solución es sencilla: ¡llevarte una bandeja de cada! Así siempre hay algo para todos los gustos. Porque si hay algo mejor que una croqueta… son dos, tres o muchas más jajaja. 😜

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