Croquetas de verduras: Receta e ideas para innovar

Cuando me dijeron: “Te he traído croquetas de verduras”, lo primero que pensé fue que eso no podía ser una buena idea… aunque debo decir que lo disimulé muy bien jajaja. Porque, a ver, las croquetas son croquetas, pero sin jamón, sin pollo, sin pescado… ¡eso sonaba muy raro! 

Pero como no se puede rechazar unas croquetas, le di una oportunidad. Y aquí estoy, no solo admitiendo que estaban buenísimas, sino escribiendo sobre ellas. Así que si tú también tienes dudas, déjame convencerte con un montón de ideas para hacer las croquetas de verduras más ricas que has probado.

10 ideas para croquetas de verduras

No todas las verduras funcionan igual en una croqueta, pero si das con la combinación correcta, el resultado puede ser una locura de sabor. Aquí tienes 10 ideas que debes probar:

  1. Espinacas y queso feta: Un clásico que nunca falla. La cremosidad del feta con el toque verde de las espinacas es un acierto total.
  2. Calabacín y zanahoria: Una mezcla suave y ligeramente dulce que combina perfecto con una bechamel ligera.
  3. Champiñones y puerro: Para un toque más intenso y sabroso, los champis y el puerro dan un umami increíble.
  4. Brócoli y queso azul: No apto para los que le huyen del queso fuerte, pero si te gusta, ¡pruébalo ya!
  5. Pimientos asados y berenjena: Recuerda un poco a la escalivada, pero en formato croqueta. Pura delicia.
  6. Guisantes y menta: Sí, parece raro, pero la frescura de la menta le da un toque muy especial.
  7. Calabaza y curry: El dulzor de la calabaza con el toque especiado del curry es simplemente espectacular.
  8. Coliflor y nueces: La coliflor aporta cremosidad y las nueces ese crujiente que siempre viene bien.
  9. Remolacha y queso de cabra: Bonitas y sabrosas, con un color diferente y un sabor espectacular.
  10. Alcachofas y ajo confitado: Para los más sibaritas, esta combinación tiene un toque sofisticado irresistible.
¿Se pueden mezclar otras verduras?

Por supuesto. En la cocina no hay reglas fijas, solo creatividad. Puedes combinar varias verduras en una misma croqueta o añadir hierbas aromáticas para potenciar el sabor. ¡El límite es tu imaginación (y lo que tengas en la nevera)!

Alternativas para bechamel sin lácteos

Si no puedes o no quieres tomar lácteos, hay opciones igual de cremosas para hacer tus croquetas:

  1. Bechamel de bebida vegetal: Usa leche de almendras, soja o avena para una textura parecida a la tradicional.
  2. Puré de patata: Hace de base perfecta y mantiene la cremosidad sin necesidad de harinas o lácteos.
  3. Harina de garbanzo y caldo de verduras: Una alternativa muy usada en cocina vegana, con un sabor neutro y buena textura.
  4. Bechamel de anacardos: Se remojan y se baten con agua caliente hasta obtener una crema suave, ideal para croquetas.
  5. Tofu sedoso y maicena: El tofu triturado con un poco de almidón crea una bechamel muy interesante y ligera.
¿Cuál es la mejor alternativa?

Depende de lo que busques. Si quieres algo cremoso y similar a la bechamel tradicional, la bebida vegetal es la mejor opción. Si prefieres una textura más densa y compacta, el puré de patata o la harina de garbanzo funcionan de maravilla.

¿Por qué meter verduras en las croquetas?

  1. Aportan fibra: Ayudan a la digestión y te dejan satisfecho sin necesidad de comerte toda la bandeja (aunque querrás hacerlo).
  2. Son más ligeras: Al no llevar carnes ni embutidos, son más fáciles de digerir y menos pesadas.
  3. Sabores nuevos: Te permiten experimentar con ingredientes que nunca hubieras pensado en una croqueta.
  4. Aprovechas sobras: Si te quedó un poco de verdura cocida, puedes convertirla en una croqueta épica.
  5. Son ideales para niños: Si no quieren comer verduras, mételas en una croqueta y problema resuelto.
  6. Nutrición equilibrada: Proteínas vegetales, vitaminas y minerales en cada croqueta.

Receta de croquetas de verduras paso a paso

emPara esta receta voy a elegir una de las combinaciones anteriores: calabacín y zanahoria. Suaves, cremosas y con un toque dulzón muy rico. Y recuerda que esta es solo una receta base, tú puedes experimentar todo lo que quieras.

Ingredientes:
  • 1 calabacín
  • 2 zanahorias
  • ½ cebolla
  • 500 ml de leche (o una alternativa vegetal)
  • 50 g de harina (puedes usar sin gluten)
  • 50 g de mantequilla (o margarina vegana)
  • Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
  • Pan rallado y huevo (o harina de garbanzo con agua) para rebozar
  • Aceite para freír
Paso a paso:
  1. Cocina las verduras:

    Lava bien el calabacín y las zanahorias antes de rallarlos. Pela la cebolla y pícala en trozos finos. En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla y sofríela hasta que esté transparente. Luego, añade la zanahoria y el calabacín rallados, removiendo constantemente hasta que se ablanden y suelten parte de su agua. Este paso es clave para que las verduras tengan una textura perfecta en la croqueta.

  2. Prepara la bechamel:

    En una cacerola, derrite la mantequilla a fuego medio. Cuando esté completamente derretida, incorpora la harina y remueve con una cuchara de madera o unas varillas para formar una pasta. Cocina la mezcla durante un minuto para eliminar el sabor crudo de la harina. Luego, empieza a añadir la leche poco a poco, removiendo constantemente para evitar que se formen grumos. Sigue batiendo hasta obtener una bechamel espesa y homogénea.

  3. Mezcla todo:

    Añade las verduras cocidas a la bechamel y remueve bien para integrarlas. Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Continúa cocinando la mezcla a fuego bajo durante unos minutos más para que los sabores se mezclen bien y la masa tome la consistencia adecuada.

  4. Enfría:

    Vierte la masa en un recipiente amplio y extiéndela uniformemente. Cubre con film transparente, asegurándote de que toque directamente la superficie para evitar que se forme una costra. Deja enfriar la mezcla en la nevera durante al menos 3 horas, o mejor aún, toda la noche. Cuanto más fría esté, más fácil será formar las croquetas.

  5. Forma las croquetas:

    Con la ayuda de una cuchara, toma porciones de la masa y dales forma de bolitas o cilindros, según prefieras. Pásalas primero por harina, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado, asegurándote de que queden bien cubiertas para obtener una textura crujiente al freírlas.

  6. Fríe y disfruta:

    Calienta abundante aceite en una sartén profunda a fuego medio-alto. Para comprobar si el aceite está en la temperatura ideal, introduce una pequeña cantidad de pan rallado; si burbujea y se dora rápidamente, está listo. Fríe las croquetas en tandas pequeñas para evitar que se enfríe el aceite. Cocínalas hasta que estén doradas y crujientes por fuera. Retíralas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

Cómo hacer croquetas de verduras 100% veganas

Si sigues una dieta vegana o simplemente quieres probar una versión sin productos animales, aquí tienes algunas formas de adaptar la receta:

  1. Sustituir la bechamel tradicional:

    • Leche vegetal: Avena, almendras o soja funcionan muy bien para una textura cremosa.

    • Harina de garbanzo y agua: Esta combinación logra una base espesa y con buen sabor.

    • Puré de patatas o calabaza: Para una consistencia más densa y sabrosa.

    • Bechamel de anacardos: Tritura anacardos remojados con agua caliente hasta obtener una crema homogénea.

  2. Reemplazar el huevo en el rebozado:

    • Harina de garbanzo con agua: Crea una mezcla similar a la del huevo.

    • Leche vegetal con una pizca de harina de maíz: Ayuda a que el pan rallado se adhiera bien.

    • Sustituto comercial de huevo vegano: Existen en el mercado productos diseñados específicamente para esta función.

  3. Elegir un rebozado sin productos animales:

    • Pan rallado vegano: Asegúrate de que no contenga trazas de leche o huevo.

    • Panko: Un rebozado más crujiente y ligero.

    • Semillas de sésamo o avena triturada: Para una textura diferente y más nutritiva.

Con estos consejos podrás disfrutar de unas croquetas de verduras totalmente veganas sin perder sabor ni textura.

Croquetas de verduras gourmet

  1. Añadir trufa rallada a la masa: La trufa aporta un aroma y sabor inconfundibles, ideales para darle un toque sofisticado a tus croquetas. Puedes usar trufa fresca rallada o incluso aceite de trufa para un sabor más intenso.
  2. Mezclar con quesos especiales como brie o roquefort: Estos quesos aportan una textura cremosa y un sabor característico. Si prefieres algo más suave, puedes optar por camembert o gorgonzola.
  3. Usar panko en vez de pan rallado para un extra de crujiente: El panko, un pan rallado japonés más grueso y aireado, hace que la capa exterior de la croqueta sea mucho más crujiente sin absorber tanto aceite.
  4. Incorporar frutos secos troceados (almendras, piñones): Aportan un contraste crujiente muy interesante. También puedes experimentar con avellanas o nueces para añadir un sabor tostado a la masa.
  5. Hacerlas al horno en vez de fritas para un toque más ligero: Si prefieres una opción más saludable, hornéalas a 200°C durante unos 20 minutos, volteándolas a la mitad del tiempo para que se doren uniformemente.
  6. Rebozar con semillas de sésamo o amapola: Estas semillas no solo añaden textura, sino también un toque de sabor y un aspecto atractivo a las croquetas. Puedes combinarlas con pan rallado para una cobertura más equilibrada.
  7. Añadir un toque de miel y mostaza en la masa para sabor sorpresa: La combinación dulce y ligeramente picante de la miel y la mostaza crea un contraste interesante con la cremosidad de la croqueta.
  8. Usar harina de maíz o garbanzo para un rebozado más crujiente y sin gluten: Si buscas una opción apta para celíacos, estas harinas logran una capa exterior crujiente sin comprometer el sabor ni la textura.

Acompañamientos para croquetas de verduras

Las croquetas de verduras son deliciosas por sí solas, pero un buen acompañamiento puede llevarlas a otro nivel. Aquí tienes algunas opciones para disfrutarlas aún más:

  1. Salsas:
    • Alioli: La combinación de ajo y mayonesa es perfecta para un toque cremoso y sabroso.
    • Salsa de yogur con hierbas: Mezcla yogur natural con eneldo, ajo y un poco de limón para un contraste fresco.
    • Salsa de tomate casera: Una opción clásica y ligeramente ácida que complementa muy bien las croquetas.
    • Mayonesa de aguacate: Mezcla aguacate con limón y aceite para una salsa suave y ligera.
    • Hummus: Ideal si buscas un acompañamiento nutritivo y con un toque diferente.
  2. Ensaladas:
    • Ensalada de rúcula y nueces: Su toque ligeramente picante y crujiente combina genial con la cremosidad de las croquetas.
    • Ensalada de quinoa con limón y hierbas: Aporta frescura y equilibrio con sus ingredientes ligeros.
    • Ensalada de col y zanahoria: Con una vinagreta suave, da un toque refrescante y crujiente.
  3. Guarniciones:
    • Puré de patatas: Un clásico que nunca falla.
    • Verduras asadas: Calabacín, berenjena o pimientos asados complementan perfectamente el sabor de las croquetas.
    • Arroz con especias: Un toque de cúrcuma o comino puede hacer que las croquetas brillen aún más.
¡No lo pienses dos veces!

Las croquetas de verduras son una opción muy rica, versátil y saludable que puede adaptarse a todos los gustos y necesidades. Desde versiones clásicas hasta combinaciones innovadoras y sofisticadas. Lo mejor es que son perfectas para hacer que los niños y no tan niños coman más verduras jajaja.

Y, como siempre, si no tienes ganas de cocinar, en Solo de Croquetas tienes más de 30 sabores diferentes de croquetas de verduras, desde hummus de remolacha hasta mojo picón, berenjena con cebolla caramelizada y carrot cake de postre. ¡Una locuraaa!

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