Qué diferencia hay entre la sepia y el choco: Guía práctica

Zabrinna Vargas

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Qué diferencia hay entre la sepia y el choco: Guía práctica

Venga, empecemos por aclarar lo básico: sí, choco, sepia y jibia son tres nombres para el mismo bicho marino, con una peculiar diferencia entre ellos. Pero antes, empecemos por lo básico, este molusco cefalópodo tiene el nombre científico de Sepia officinalis. Lo que cambia no es el animal, sino cómo lo llaman según su tamaño, forma, la región y, a veces, el humor del pescadero.

En Andalucía, sobre todo en Cádiz y Huelva, se le llama choco. Mientras tanto, en otras partes de España, como Cantabria o la Comunidad Valenciana, optan por sepia o incluso jibia. Así que si un día vas de tapeo y el camarero te ofrece “chocos fritos”, que no cunda el pánico: ¡te están ofreciendo lo mismo en una versión más pequeña!

Sé que todavía tienes muchas preguntas y es normal, con tantas teorías yo también me siento confundida jajaja pero he hecho el trabajo por ti y aquí te cuento todo sobre que diferencia hay entre la sepia y el choco, como aprovecharlos al máximo y todo lo que puedes preparar con este molusco. Hoy no empezamos hablando de croquetas, pero esto es algo que puede hacer la verdadera diferencia en tus croquetas (de croquetas más adelante, porque en Solo de Croquetas siempre estamos pensando en croquetas jajaja) ¡Toma nota!

La batalla regional: ¿choco, sepia o jibia?

Esto es como el eterno debate entre tortilla con o sin cebolla: depende de dónde estés y a quién le preguntes que diferencia hay entre la sepia y el choco. En el sur, pedir un plato de chocos fritos es casi un acto de identidad cultural. Y ojo, que decirle “sepia” a un andaluz puede generar miradas sospechosas.

Por otro lado, en la costa levantina o el norte de España, suelen preferir “sepia” o “jibia”. ¿La diferencia más notable? En la mayoría de los casos, “choco” se reserva para ejemplares jóvenes y más pequeños, mientras que “sepia” o “jibia” hacen referencia a los adultos de mayor tamaño.

Incluso hay quienes afirman que el nombre que le des también depende del plato. Por ejemplo, es más común escuchar “sepia a la plancha” en la costa levantina, mientras que “chocos en su tinta” predomina en Andalucía. Este debate regional, es muy divertido y demuestra cómo el lenguaje gastronómico varía según las tradiciones locales.

Curiosidades sobre la sepia o choco

Vale, este bicho no solo es delicioso, ¡también es un crack del camuflaje! La sepia puede cambiar de color y textura para adaptarse a su entorno y despistar a depredadores. Piensa en esto la próxima vez que te encuentres una en el plato: ese animalito fue, en vida, un maestro del disfraz.

Un sistema de camuflaje único: Gracias a unas células llamadas cromatóforos, la sepia puede alterar su color en milésimas de segundo. Esto no solo le sirve para esconderse, sino también para comunicarse con otras sepias.
Una estructura fascinante: Su “concha” interna, llamada jibión, es una fuente de calcio natural que se usa como suplemento para aves.
Un nadador eficiente: Utiliza una combinación de propulsión a chorro y aletas para moverse con agilidad en el agua.
Cerebro avanzado: Entre los moluscos, destaca por su inteligencia. Puede resolver problemas simples y tiene una excelente memoria.
Una visión envidiable: La sepia tiene ojos increíblemente desarrollados que le permiten detectar movimientos y contrastes incluso en la oscuridad.
Un depredador estratégico: Su dieta incluye pequeños peces y crustáceos, a los que captura con precisión usando sus tentáculos.
Capacidad de aprendizaje: En estudios científicos, han demostrado ser capaces de aprender de sus experiencias, lo que las convierte en uno de los moluscos más inteligentes.
Un sistema circulatorio único: Tienen sangre azul, gracias a la hemocianina, una molécula que transporta oxígeno de manera eficiente en aguas profundas.
Comunicadoras visuales: Además de camuflarse, utilizan cambios de color para enviar mensajes a otras de su especie, ya sea para aparearse o advertir de peligros.

Además, su tinta es otra de sus súper habilidades. No solo la usan para escapar, según algunas historias, antiguamente servía como tinta para escribir. ¡Imagina redactar una carta con tinta de choco! Bueno, o un artículo sobre ellos…

El valor gastronómico del choco o sepia

Es un todoterreno en la cocina. Desde los clásicos chocos fritos de Cádiz hasta los guisos marineros y arroces al estilo levantino, este molusco tiene el don de adaptarse a cualquier receta. Su textura firme y su sabor delicado lo hacen ideal tanto para platos tradicionales como para experimentos culinarios más sofisticados.

Algunas ideas para disfrutarlo:

Chocos fritos: El clásico andaluz. Rebozados y crujientes, son el alma de cualquier tapeo.
Sepia a la plancha: Con un toque de ajo y perejil, es un plato saludable y lleno de sabor.
Arroz negro: Donde el choco y su tinta son los protagonistas.
Guisos marineros: Como el tradicional “choco con patatas”.
Brochetas de sepia: Marinadas con especias y asadas, ideales para barbacoas.
Empanadas de choco: Una opción innovadora para disfrutar su sabor en un formato diferente.
Choco en salsa verde: Una preparación típica que resalta su sabor con ajo, perejil y un toque de vino blanco.
Tacos de choco: Inspirados en la cocina mexicana, con guacamole, cilantro y un toque de lima.
Pasta con choco y tinta: Una receta que fusiona la textura de la pasta con la intensidad del choco y su tinta.
Carpaccio de choco: Para los más atrevidos, finas láminas marinadas con cítricos y hierbas frescas.

Cómo identificar un buen choco o sepia fresca (y quedar como un experto)

Estamos de acuerdo en que, ahora mismo, todos aquí queremos un buen plato marino, más allá de saber que diferencia hay entre la sepia y el choco. Todo empieza cuando eliges un buen molusco al hacer la compra. Toma nota:

La piel debe estar brillante y sin manchas raras.
Los ojos, bien claros y saltones. Si parecen apagados, mejor déjalo pasar.
El olor es clave: tiene que oler a mar, no a algo que lleva tres días en la nevera.

El papel de la sepia en la cocina internacional

Aunque en España nos peleamos por intentar entender que diferencia hay entre la sepia y el choco y decidir con que nombre llamarle, fuera de nuestras fronteras lo tienen claro: la sepia es un ingrediente estrella.

Italia: Su tinta es la base de platos como el famoso “risotto nero”.
Japón: La usan para tempura o sushi, combinando su textura única con sabores umami.
Sudeste asiático: Se convierte en curry o sopas especiadas llenas de matices.
Francia: A menudo aparece en guisos con mariscos y hierbas.

¿Y tú? ¿La prefieres con un toque exótico o en unas buenas croquetas caseras?

La tinta de la sepia o choco: secretos y usos culinarios

¿Sabías que la tinta de la sepia o choco no solo es deliciosa, sino también saludable? Más allá de preguntarte que diferencia hay entre la sepia y el choco, recuerda que ambos se pueden aprovechar perfectamente, incluso su tinta.

Su color negro intenso es perfecto para darle un toque gourmet a arroces, salsas y, cómo no, a rellenos de croquetas. Además, aporta un sabor único que combina de maravilla con el choco.

Consejos para usar la tinta:

Usa la cantidad justa: Potencia el sabor sin que sea demasiado fuerte.
Mezcla bien: Asegúrate de que se integre completamente en la preparación.
Guarda el extra: La tinta se puede congelar en pequeñas porciones.
Usa tinta fresca siempre que sea posible: Aunque la tinta congelada funciona, la fresca ofrece un sabor más vibrante y auténtico.
Añádela al final: Para preservar su color y sabor, incorpórala en los últimos minutos de cocción.
Combínala con ingredientes suaves: Como arroz o bechamel, para que su sabor destaque sin ser abrumador.
Experimenta con nuevas recetas: Úsala para crear salsas para pasta, cremas o incluso alioli negro.

Choco o sepia: ¿cuál es mejor para croquetas?

Para esto no necesitas seguir pensando en qué diferencia hay entre la sepia y el choco. Aquí no hay debate, ya sabemos que son lo mismo en diferentes tamaños jajaja. Si lo que buscas es una textura perfecta y un sabor intenso pero equilibrado, el choco (o sepia, o jibia, según dónde estés) es la elección ideal. Su carne firme y jugosa queda perfecta en la bechamel. Y recuerda:

Bechamel cremosa: El secreto de una buena croqueta.
Sabor auténtico: Asegúrate de usar choco o sepia fresca para el mejor resultado.
Versatilidad: El choco o sepia combina con hierbas, especias, y hasta un toque de cítricos.

Y para evitar la clásica duda en el mercado, recuerda: da igual cómo lo llames, lo importante es que acabe en croqueta. ¡Porque al final, todo lo bueno termina empanado y frito!

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