+20 recetas de cocina española: croquetas, cocido y más.
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Todos hemos caído alguna vez en la rutina de la cocina rápida. Que si pizza congelada, que si pasta con tomate de bote… y no voy a juzgar, porque yo también he pecado. Pero, ¿por qué conformarte cuando puedes disfrutar con recetas de cocina española que te dejan sin palabras?
Hoy vamos a profundizar en estas recetas y también a descubrir algunas anécdotas curiosas, innovaciones gastronómicas y consejos prácticos. ¡Os prometo que al final os iréis con hambre… pero de aprender más sobre nuestra cocina! jajaja ¡Vamos a ello!
Las tapas: el arte de compartir
Comencemos con las tapas. Porque sí, las tapas no son sólo pequeñas porciones de comida. Son una forma de vida, una filosofía. En España, tapear es mucho más que comer: es compartir historias, reír y, por qué no, discutir si las croquetas son mejores de jamón o de bacalao jajaja. Spoiler: No siempre tienes que elegir, ¡come todas las que puedas!
Y hablando de croquetas, este plato no puede pasar desapercibido si hablamos de recetas de cocina española. Las croquetas son esa comida que parece sencilla, pero que tiene más ciencia que la NASA jajaja quizá estoy exagerando un poco, ¿vale? Pero tenemos que reconocer que lograr la bechamel perfecta y empanarlas sin que se rompan, es todo un logro. Por cierto, sabíais que las primeras croquetas en España llegaron gracias a la influencia francesa? Claro, pero nosotros las mejoramos, porque somos así.
Recetas de cocina: Tapas clásicas y deliciosas
Patatas bravas: Esta tapa tiene una historia interesante. Originalmente, la salsa brava se hacía con ingredientes baratos como tomate y guindilla. Pero con el tiempo, cada bar en España le ha puesto su toque único. Hay quienes la hacen más picante, otros le añaden alioli. ¡Hay para todos los gustos!
Gambas al ajillo: Este plato es un homenaje a la simplicidad. Con tres ingredientes puedes lograr una obra maestra. Pero, ¿os habéis dado cuenta de que siempre que se sirven gambas al ajillo, también desaparece una barra entera de pan? Este es el match perfecto y si no lo habéis probado, ya sabéis por donde empezar.
Pimientos de Padrón: “Unos pican y otros no”. Pero, ¿quién decide cuál pica? Yo tengo la teoría de que hay un pimiento líder en cada cosecha que los reparte como cartas en un juego de azar jajaja. Sea como sea, están muy bueno y son muy fáciles de preparar.
Boquerones en vinagre: Filetes de boquerón marinados en una mezcla de vinagre, ajo y perejil. Se sirven con un chorrito de aceite de oliva y, a menudo, con un poco de pan.
Tortilla de patatas: Aunque suele servirse como plato principal, en forma de pincho o trocito pequeño es una tapa clásica. Jugosa y con ese toque casero, siempre es un acierto. Más adelante te contaré más detalles sobre como lograr una tortilla de patatas realmente jugosa.
Huevos rotos: Patatas fritas coronadas con huevos fritos y jamón serrano. La gracia está en romper los huevos justo antes de comer para que la yema impregne todo. ¡Una locura! Y la tienes lista en menos de 15 minutos.
Como podéis ver, cada tapa es un mundo lleno de sabor y tradiciones. ¡Y eso es lo que hace que el tapeo sea tan especial!
Consejos para hacer las mejores recetas de cocina española
Las recetas de cocina española no son complicadas, pero requiere amor y atención al detalle. A continuación, algunos trucos que he aprendido con la experiencia (y muchas recetas fallidas):
Invierte en un buen aceite de oliva virgen extra. El aceite de oliva no es un simple ingrediente, es un patrimonio cultural. Como dicen en Andalucía, “Si el aceite no es bueno, ni las ensaladas te perdonan”.
El sofrito es la base de todo. Cebolla, ajo, tomate y pimiento, cocinados a fuego lento. Esto es como el preludio de una sinfonía. Si dominas el sofrito, ya tienes la mitad del plato resuelto.
Cocina a fuego lento. Los platos como el cocido madrileño o las lentejas con chorizo son como las buenas conversaciones: necesitan tiempo para desarrollarse.
Las sopas y caldos que no fallan
Pasemos ahora a los platos de cuchara, esos que te calientan el cuerpo y el alma. Desde el cocido madrileño hasta el caldo gallego, cada región de España tiene su receta estrella. Estas son algunas de ellas:
Cocido madrileño: Este plato tiene tanta historia que debería tener su propia película. Se cocina en tres vuelcos: primero el caldo, luego los garbanzos y verduras, y finalmente las carnes que van desde pollo hasta chorizo, morcilla y ternera. Y por si no lo sabías, en Solo de Croquetas tenemos croquetas de cocido ¡Simplemente increíbles!
Caldo gallego: Elaborado con grelos, berza, patatas y unto, esta sopa densa es un símbolo de Galicia. Es ideal para los días fríos y sabe a tradición en cada cucharada.
Escudella catalana: Un guiso contundente que mezcla carnes, albóndigas, embutidos y verduras. Su caldo es el alma del plato y no es para menos.
Pote asturiano: Similar al caldo gallego pero con fabes, morcilla y chorizo. Un plato que te llena de energía y sabor.
Salmorejo cordobés: Aunque frío, sigue siendo una crema reconfortante. Con tomate, pan y aceite de oliva, coronado con huevo duro y jamón serrano, es un ejemplo de sencillez y mucho sabor.
Sopa de marisco: Perfecta para celebraciones, esta receta combina pescados, mariscos y un caldo rico en especias. Es un lujo para el paladar y una delicia para mojar pan.
Gazpachuelo malagueño: Una sopa caliente a base de caldo de pescado, mayonesa y patatas. Típica de Málaga, es suave y reconfortante.
Como podráis notar, las sopas y caldos españoles no solo llenan el estómago, sino también el corazón. Cada región tiene su secreto, su historia y su forma de calentar el alma con un plato de cuchara.
Tortilla de patatas: un lugar especial en las recetas de cocina española
Llegamos a la gran controversia nacional: la tortilla de patatas. Con cebolla o sin cebolla. Aquí podríamos dividirnos en dos bandos y encontrar argumentos para ambos, pero prefiero que nos enfoquemos en lo que nos une: el amor por este plato. Porque al final, todos podemos estar de acuerdo en que una tortilla bien hecha, jugosa y con el punto justo de sal, es pura felicidad.
Y hablando de tortillas jugosas, aquí van algunos trucos imprescindibles para lograr la perfección:
Usa patatas harinosas: Este tipo de patata absorbe mejor el huevo y da como resultado una textura más homogénea.
Fríe las patatas a fuego medio-bajo: Cocínalas en abundante aceite de oliva, asegurándote de que queden tiernas por dentro pero ligeramente doradas por fuera.
Bate los huevos sin miedo: Cuanto más aire incorpores, más esponjosa quedará la tortilla.
Mezcla las patatas con el huevo caliente: Deja que las patatas reposen unos minutos en el huevo antes de llevarlas a la sartén. Esto asegura que se impregnen bien.
Controla el fuego: Cocina la tortilla a fuego medio. Si lo haces muy rápido, el exterior se dorará demasiado antes de que el interior esté listo.
El truco del doble volteo: Si quieres que quede perfectamente redondeada, dále la vuelta dos veces. Esto ayuda a que el huevo se distribuya uniformemente.
Y por supuesto, el toque final siempre lo decides tú: más cuajada o más jugosa, con cebolla o sin cebolla. Sea como sea, una tortilla bien hecha es un placer que nadie puede negar.
Ingredientes clave en recetas de cocina española
Si quieres cocinar como en España, estos ingredientes son imprescindibles:
Aceite de oliva virgen extra: La joya de la corona de la cocina española. Su sabor inconfundible y su calidad son el alma de casi cualquier receta, desde un simple aliño de ensaladas hasta frituras o guisos elaborados.
Jamón serrano o ibérico: Este embutido es mucho más que un ingrediente; es un orgullo nacional. Lo encontrarás como tapa, en bocadillos, acompañando a huevos fritos, o incluso como parte de rellenos y salsas.
Pimentón de la Vera: Dulce o picante, este condimento ahumado le da un toque único a platos como el pulpo a la gallega, guisos de patatas o embutidos caseros como el chorizo.
Azafrán: Conocido como “el oro rojo”, el azafrán es un ingrediente indispensable en platos como la paella o algunos caldos. Su aroma y color no tienen comparación.
Chorizo y morcilla: Fundamentales en potajes como el cocido madrileño o las lentejas. Cada región tiene sus propias variantes, pero todas aportan un sabor profundo e intenso a los guisos.
Garbanzos, lentejas y alubias: La base de muchos platos reconfortantes y tradicionales como el cocido, las fabadas o las lentejas con chorizo. Legumbres que nunca faltan en la despensa española.
Ajo y perejil: Este dúo clásico es el responsable del sabor característico de muchas recetas españolas. Desde gambas al ajillo hasta carnes y pescados, no pueden faltar.
Vinagre de Jerez: Su toque ácido y sofisticado transforma ensaladas, escabeches y marinados en auténticos manjares.
Variedades de croquetas españolas
Las croquetas son el amor hecho bocado. Estas son algunas de las más populares (y deliciosas):
De jamón serrano: La receta clásica por excelencia. Se elabora con una bechamel suave que incluye trocitos de jamón serrano, y se empanan antes de freírlas hasta obtener un exterior dorado y crujiente.
De bacalao: Perfectas para Semana Santa. Se preparan desmigando bacalao desalado e incorporándolo a la bechamel con un toque de perejil. Su sabor marinero es irresistible.
De chipirones: Con un sabor a mar irresistible. Los chipirones se cocinan con ajo y perejil antes de integrarlos en la mezcla. Perfectas para los amantes del marisco.
De pollo al curry: Fusión entre lo tradicional y lo exótico. Trozos de pollo cocido se combinan con especias de curry, creando un contraste de sabores único.
De cocido: Hechas con las sobras del cocido madrileño. Garbanzos, carne y verduras se trituran y se mezclan con la bechamel, dando lugar a una croqueta que es puro aprovechamiento y tradición.
De setas y trufa: Ideales para los paladares gourmets. Las setas salteadas se combinan con un toque de aceite de trufa, aportando un aroma sofisticado.
Y si eres como nosotros que siempre quieres más, en Solo de Croquetas tenemos más de 30 sabores de croquetas diferentes entre saladas y dulces y una croqueta representativa de cada comunidad autónoma. ¡Simplemente imperdible!
¡Manos a la obra!
Espero que os hayáis inspirado y, sobre todo, que os hayáis divertido. La cocina no es solo una tarea diaria, es una forma de conectar, de compartir y de disfrutar. Así que, ya sabéis, cuando volváis a casa, poneros el delantal, sacad esa botella de aceite de oliva virgen extra y dejaos llevar. Porque la magia está en cada ingrediente y en cada plato que hacemos con amor.