
Tipos de croquetas en España y el mundo
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No sabía que existían tantos tipos de croquetas hasta que vi la carta de Solo de Croquetas y se me empezaron a ocurrir más ideas de croquetas que estaría muy guay preparar. ¿Qué tal una croqueta de salmón? ¿O una de mojito? ¿Y por qué nadie ha intentado una croqueta de tarta de queso? Espera, esa croqueta si la tenemos en Solo de Croquetas jajaja.
Y ahí me entró la duda: ¿qué hace que las croquetas sean tan irresistibles? ¿Por qué no podemos parar de comerlas? Y ya que estamos… ¿cómo se comen en otras partes del mundo? Si eres un amante de las croquetas, pon atención, porque aquí te cuento todo.
¿Por qué las croquetas son adictivas?
Si alguna vez has pensado “vale, me como solo una” y, tres minutos después, has acabado con un plato vacío y una profunda reflexión sobre tus decisiones de vida… tranquilo, no estás solo. Las croquetas tienen una fórmula casi perfecta para el placer absoluto.
La textura mágica
Crujiente por fuera, cremosa por dentro. Es un combo que nuestro cerebro ama porque mezcla lo crujiente (placer inmediato) con lo suave (sensación reconfortante). Esto no es una cuestión de capricho, sino de evolución: la textura crujiente suele indicar frescura en los alimentos, mientras que lo cremoso da una sensación de saciedad y placer.
Grasa + carbohidratos = felicidad
La bechamel, el empanado y la fritura hacen que sean una explosión de energía rápida. Nuestro cerebro lo interpreta como un premio porque nos proporciona calorías fáciles de asimilar. Es el mismo principio que hace que no podamos resistirnos a las patatas fritas o a los dulces.
El umami secreto
Ingredientes como el jamón, los quesos curados o los champiñones potencian el umami, ese “quinto sabor” que hace que queramos más y más. El umami, identificado por primera vez en la cocina japonesa, es el sabor que nos hace querer repetir. No es casualidad que muchas croquetas tomen ingredientes ricos en glutamato natural, el compuesto responsable del umami.
El efecto nostalgia
Asociamos las croquetas a la infancia, a casa, a momentos felices. Y claro, cada bocado es como un abrazo de la abuela en forma de comida. La memoria gustativa es poderosa: el olor y sabor de una croqueta pueden transportarnos a cenas familiares, a reuniones con amigos o a ese pequeño bar donde probamos croquetas inolvidables.
Ahora que sabemos por qué no podemos resistirnos… vamos a ver qué tan lejos ha llegado la croqueta en el mundo.
La vuelta al mundo en 15 tipos de croquetas
Cada país ha inventado su propia versión de la croqueta y algunas son bastante curiosas.
Europa
- España: Las clásicas de jamón, bacalao o cocido, nuestras favoritas. Un referente en tapas y un arte que ha evolucionado hasta incluir ingredientes gourmet.
- Francia: Los croquettes de pommes de terre, más de patata que de bechamel. Son un poco más densas, pero igual de deliciosas.
- Italia: Supplì y arancini, rellenos de arroz con queso y tomate. La clave está en la mezcla del arroz con ragú y el centro de queso fundido.
- Países Bajos: Bitterballen, bolitas fritas de carne con una textura más densa. Se suelen servir con mostaza para un toque extra.
- Portugal: Croquetas de bacalao, similares a nuestras croquetas de pescado, pero con el toque distintivo del bacalao desmigado.
Asia
- Japón: El korokke, con un toque dulce en la patata y a veces relleno de curry. Se suele acompañar con tonkatsu sauce.
- India: Aloo Tikki, una versión especiada con guisantes y patata. Se fríen y se sirven con chutneys picantes.
- Corea del Sur: Kimchi Croquettes, con ese puntito picante y fermentado. La acidez del kimchi le da un equilibrio muy interesante.
América
- Brasil: Coxinhas, croquetas de pollo con forma de lágrima, súper cremosas. Son una delicia callejera.
- México: Croquetas de chiles en nogada (¡sí, existen!). Una variación del plato clásico.
- Venezuela: Mandocas, una versión dulce con plátano y queso. Son una combinación de dulce y salado que conquista.
- Estados Unidos: Mac & Cheese Bites, básicamente croquetas de macarrones con queso. Porque todo es mejor frito.
Otras partes del mundo
- Filipinas: Kwek-kwek, con huevo de codorniz frito, un bocado pequeño pero contundente.
- Turquía: Içli Köfte, croquetas de bulgur rellenas de carne con especias.
- Alemania: Kartoffelkroketten, de patata y mantequilla, suaves y esponjosas.
Comidas en el mundo que parecen tipos de croquetas
Algunos platos no se llaman croquetas, pero cumplen con la misma fórmula:
- Nuggets de pollo: Primo lejano, muy lejano de la croqueta, pero con pollo en vez de bechamel y casi igual de adictivo. Su popularidad mundial ha crecido gracias a las cadenas de comida rápida, pero su concepto es el mismo: una mezcla de carne triturada, empanada y frita.
- Jalapeño poppers: Jalapeños rellenos de queso y fritos. La combinación del crujiente empanado con el queso fundido y el picante del jalapeño los hace irresistibles para los amantes de los sabores intensos. A menudo se sirven con salsas cremosas para equilibrar el picante.
- Kibbeh: Croquetas de bulgur y carne en Medio Oriente. Se preparan con trigo bulgur remojado, mezclado con carne de cordero o res y especias. Suelen tener forma ovalada y se fríen hasta obtener un exterior crujiente con un interior jugoso y aromático.
- Hushpuppies: Bolitas fritas de harina de maíz en EE.UU. Son un acompañamiento clásico en el sur del país, especialmente con mariscos fritos. Su textura es aireada y esponjosa y su sabor ligeramente dulce las convierte en una alternativa única dentro del mundo de las croquetas.
- Pakoras: Típicas de la India, son verduras o queso paneer rebozados en harina de garbanzo y fritos, una versión especiada y crujiente del concepto de croqueta. Se sirven con chutneys de tamarindo o menta y cada bocado es una explosión de especias y texturas.
- Bolinhos de bacalhau: Muy populares en Brasil y Portugal, estas bolitas fritas de bacalao mezclado con puré de patata son la versión iberoamericana de la croqueta de pescado. Suelen servirse con limón y son imprescindibles en cualquier reunión o celebración portuguesa y brasileña. En algunas recetas, se les da una forma más alargada, similar a las croquetas tradicionales.
¿Las croquetas se comen frías o calientes?
Este es un debate que podría durar mucho, pero vamos a intentar hacerlo sencillo. Mientras que la mayoría coincide en que las croquetas calientes son una delicia absoluta, hay quienes defienden el encanto de las croquetas frías. Además, todo depende del tipo de croquetas que vas a comer, el momento y otras variables.
Equipo Croquetas Calientes
- Crujientes, cremosas, irresistibles. No hay mayor placer que morder una croqueta recién hecha y notar el contraste entre la costra dorada y el interior fundente.
- El queso o la bechamel se derriten en la boca, liberando todo su sabor. Es una experiencia sensorial completa.
- Son como un abrazo calentito en un día frío. Se disfrutan mejor acompañadas de una bebida refrescante.
- El aroma recién fritas es un imán. Incluso si no tenías hambre, al olerlas se te abre el apetito.
Equipo Croquetas Frías
- Son ideales para llevar en un picnic o en el tupper de la oficina. No siempre hay microondas a mano, y las croquetas frías pueden ser una solución perfecta.
- Más compactas, sin riesgo de quemarse. Todos hemos sufrido el error de morder una croqueta demasiado pronto y pagar el precio con una quemadura en el paladar.
- Si están bien hechas, siguen estando ricas. Hay algo en su textura firme que puede resultar curioso y agradable.
Veredicto: Aunque el tipo de croquetas caliente gana por goleada, aceptamos que, en caso de emergencia (o de sobras en la nevera), una croqueta fría sigue siendo una croqueta y, por lo tanto, merece ser respetada.
Tipos de croquetas hechas con base de bebidas
Si hemos visto todo tipo de croquetas, ¿por qué no de bebidas? Aquí algunas ideas que merecen existir:
- Croquetas de horchata: Dulzonas, con un toque de canela. Perfectas para acompañar un café o como postre innovador.
- Croquetas de café: Bechamel infusionada con café y rellena de crema de moka. ¿Para qué tomar un espresso si puedes comerlo en forma de croqueta?
- Croquetas de vino tinto: Un experimento gastronómico que podría conquistar a los más sibaritas. Bechamel con reducción de vino y queso curado.
- Croquetas de cerveza negra: El amargor de la cerveza mezclado con queso ahumado o curado puede crear un bocado realmente único.
- Croquetas de piña colada: Dulces, con coco y piña. La fusión de sabores tropicales en una tapa sorprendente.
- Croquetas de whisky y chocolate: Una combinación que parece extraña, pero que, en repostería, ha demostrado funcionar.
¿Qué tipos de croquetas regalar en cada ocasión especial?
Porque regalar croquetas siempre es un acierto, aquí algunas recomendaciones para distintas ocasiones, detalladas con su justificación y la mejor manera de disfrutarlas:
- Cumpleaños: Croquetas de tarta de queso. No hay mejor manera de celebrar un año más de vida que con una croqueta que sabe a postre. Su dulzura y cremosidad la convierten en una opción perfecta para soplar las velas de una manera poco convencional pero deliciosa.
- San Valentín: Croquetas de fresas con chocolate. Si el chocolate con fresas es el símbolo del amor, imagina llevarlo a la textura crujiente de una croqueta. Es el detalle ideal para sorprender a esa persona especial con un bocado inesperado y romántico.
- Navidad: Croquetas de trufa. En una época de cenas elegantes y comidas con muchos platos, estas croquetas añaden sofisticación al menú.
- Regalo sorpresa: Croquetas de brownie. No es lo que alguien esperaría recibir como regalo, pero precisamente por eso se convierte en un obsequio memorable y muy rico.
¿Hay croquetas que incluyen frutas?
Aunque parezca extraño, hay frutas que combinan perfectamente con ingredientes salados, y en forma de croqueta pueden sorprender.
- Queso azul y pera: Potente y equilibrado, la combinación clásica de tablas de queso llevada a otro nivel.
- Manzana y morcilla: Un clásico en muchos rincones de España, ahora en versión croqueta. ¡No hay pierde!
- Plátano y bacon: Dulce y salado, una combinación que nunca falla. Suena raro pero ya te digo que el resultado es una locura.
- Fresas y queso crema: Croquetas en versión postre, frescas y cremosas.
¡A encontrar tus tipos de croquetas favoritas!
No importa cómo las llames, dónde las comas o de qué las hagas, las croquetas son un tesoro gastronómico. En un mundo lleno de debates y rivalidades, hay algo en lo que todos podemos estar de acuerdo: las croquetas siempre son una buena idea.
Y si después de esto no tienes ganas de comer croquetas… probablemente necesites reconsiderar tus prioridades en la vida.