Mi padre se ha obsesionado con Italia.
Bueno, más bien ha recaído, porque ya tuvo su época dorada…
Yo le digo de broma que está “italioso”.
Pero heavy, eh.
Perdón. Heavy no. Pesante.
Se va al trabajo escuchando a Laura Pausini, me intenta dar pena para que vayamos al altar con una canción de Andrea Bocelli, en su nevera últimamente hay más burrata que estantes, se apunta a clases de italiano online…
Una vez pasé por detrás durante una de sus clases y mi padre, emosionadísimo, dijo algo así como:
¡Aliche, esta es la mía nona!
Y yo me asomé y le dije con todo mi papo:
Bonyornooooo.

…
Eran las 7 de la tarde.
😂
Carmen siendo Carmen.
En el fondo entiendo su fijación.
Tooooooodo lo de Italia es bonito.
Lo único que no me piace del todo y, sin que se ofenda nadie, es que las croques son de patata…
No sé.
No.
Pero bueno, supongo que es como cuando aquí hacemos una carbonara con nata y bacon y ellos se echan las manos a la cabeza.
Una aberración por la otra, jajajaja.
La cosa es que yo este 19 de marzo a mi padre le tendré que regalar algo más italiano.
Un viaje a la costa Amalfitana, una vespa o algo.
Pero si el tuyo es normal y más baratito, unas croques nunca fallan.
Chao pescaoooo.
Carmen “bonyorno”
Equipo Solo de Croquetas