
Croquetas para desayunar (sí, también es posible)
Tabla de contenidos
Vale, lo sabemos. Lo primero que piensas cuando escuchas “desayuno” es café, tostadas, zumo de naranja, quizá unos huevos. Pero, ¿y si te digo que desayunar croquetas es posible, real y hasta recomendable?
Antes de que pongas cara rara: no, no me he vuelto loco. Piensa en ello. Las croquetas tienen todo lo que le pedimos a un desayuno perfecto:
Son calentitas.
Son crujientes.
Te dan energía para arrancar el día.
Y lo más importante: te hacen feliz desde la primera mordida.
Así que quítate de encima esa vocecilla interna que dice “el desayuno tiene que ser light y aburrido”. Hoy vamos a hablar de cómo, cuándo y por qué deberías abrir la puerta a las croquetas matutinas.
El mito del desayuno “correcto”
Toda la vida nos han dicho que el desayuno tenía que ser: cereales, leche, fruta y poco más. Vamos, un menú de colegio. Pero la verdad es que cada cultura desayuna a su manera.
En Inglaterra desayunan bacon, alubias y salchichas.
En México arrancan el día con chilaquiles bien picantes.
En Japón comen arroz, sopa de miso y pescado.
Y aquí, en España, ¿qué desayunamos? Pues depende. Desde la tostada con tomate hasta el churro con chocolate. ¿Por qué no añadir la croqueta a esa lista? Si ya comemos tortilla de patatas a las 9 de la mañana, una croqueta no es ningún sacrilegio.
Croquetas que funcionan para desayunar
Obvio, no estamos diciendo que te metas entre pecho y espalda 10 croquetas de cocido nada más levantarte (aunque, ojo, si puedes, eres un héroe). Pero sí hay croquetas que son perfectas para arrancar el día sin que tu estómago grite “¡auxilio!”.
1. Croquetas de jamón (la clásica)
Un clásico que nunca falla. Si puedes desayunar un bocadillo de jamón serrano, ¿por qué no una croqueta cremosa de jamón ibérico?
2. Croquetas de queso
Un desayuno con lácteos siempre ha sido “de manual”. Solo que aquí el lácteo viene en formato bomba de felicidad. Manchego, cabrales, brie, el que más te guste.
3. Croquetas de verduras
Perfectas para quien quiera engañar a la conciencia. De espinacas, calabaza, setas… Es como desayunar verdura, pero en versión sexy.
4. Croquetas dulces
Sí, existen y son una pasada. Imagina croquetas de chocolate fundido, de turrón en Navidad o incluso de crema pastelera. ¿Acaso un donut no es también masa frita con relleno dulce? Pues ahí lo llevas.
5. Croquetas mini
La clave del desayuno croquetero está en el tamaño. Una croqueta mini es el bocado perfecto para acompañar un café o un zumo, sin tener que salir rodando de casa.
Cómo combinarlas en un desayuno equilibrado (o casi 😅)
El truco está en que las croquetas no vayan solas, sino que las combines con lo típico del desayuno. Así quedan redondas (nunca mejor dicho).
Croquetas + café: el combo más madrileño que existe. Café con leche y dos croquetas de jamón. Olvídate del cruasán.
Croquetas + zumo de naranja: un poco de vitamina C para compensar la fritura.
Croquetas + huevos revueltos: nivel desayuno de hotel. Imagínate esa bandejita con huevos y al lado dos croquetas de queso. Puro lujo.
Croquetas dulces + café americano: el combo más parecido a un desayuno con bollería, pero con croquetas.
Y si eres de los que desayunan fuerte, prueba el Croquet-Bowl Matutino: una especie de brunch con fruta, café, tostadas y (obvio) croquetas. Suena raro, pero funciona.
¿Y la digestión qué?
Seguro que más de uno está pensando: “Ya, pero eso para el estómago tan temprano…”. Y aquí te digo: todo es cuestión de cantidad y tipo de croqueta.
Una croqueta ligera, bien hecha, con rebozado crujiente pero sin exceso de aceite, no tiene por qué caer mal. Es como desayunar un pincho de tortilla. Lo que no puedes hacer es empaparte media docena de croquetas de cocido a las 7 de la mañana. Ahí sí que tu cuerpo te va a pasar factura.
Piensa en las croquetas para desayunar como un capricho puntual o como la base de un brunch de fin de semana.
El brunch croquetero: tendencia a la vista
Si hay un terreno en el que la croqueta va a brillar en el desayuno es el brunch. Ese invento maravilloso de levantarte tarde, desayunar como un rey y sentirte europeo cool.
Un brunch con croquetas puede incluir:
Croquetas mini de jamón ibérico.
Croquetas de queso con mermelada de frutos rojos.
Croquetas dulces de chocolate como postre.
Y para beber: café, mimosa o lo que se tercie.
Te lo firmo: en nada, las croquetas estarán en todas las cartas de brunch de moda.