Comer 12 croquetas en las campanadas
Tabla de contenidos
Cada 31 de diciembre pasa lo mismo.
Las uvas se miran con miedo, el reloj se acerca, alguien dice “todavía no” demasiado pronto y otro se atraganta en la segunda campanada. Tradición española, sí. Experiencia agradable… discutible.
Pero ¿y si este año cambiamos las reglas?
¿Y si en lugar de uvas apostamos por algo que realmente nos representa como país?
Exacto. Croquetas.
Bienvenido a la alternativa definitiva para cerrar el año como mereces:
comer 12 croquetas en las campanadas.
Sin prisas. Sin pepitas. Sin dramas.
Con sabor, crujido y felicidad.
Por qué las uvas están sobrevaloradas (y las croquetas no)
Las uvas tienen fama, sí. Pero si lo piensas fríamente, no juegan a su favor:
Son incómodas.
Dan sustos.
No saben especialmente a fiesta.
Y nadie las come el resto del año pensando “qué ilusión”.
Las croquetas, en cambio, tienen todo lo que una tradición necesita:
Gustan a todo el mundo.
Son reconfortantes.
Se celebran solas.
Y representan perfectamente nuestra manera de disfrutar la vida: sin prisa, con sabor y con pan rallado.
Además, comer croquetas en Nochevieja tiene algo simbólico.
Es empezar el año apostando por lo que sabes que funciona.
Por lo que nunca falla.
Por lo que te hace feliz.
Y eso, amigas y amigos, es un mensaje precioso para el año que entra.
Cómo organizar las 12 croquetas sin morir en el intento
Vale, vamos a ser realistas: 12 croquetas de golpe pueden imponer respeto.
Pero con un poco de estrategia, es totalmente viable (y glorioso).
La clave está en el tamaño y la planificación.
👉 Mini croquetas:
No hablamos de croquetas XL de bar castizo.
Hablamos de mini croquetas pensadas para entrar fácil, rápido y con elegancia.
👉 Preparación previa:
Nada de freír a última hora con nervios.
Tenlas listas, calientes y colocadas en orden antes de las campanadas.
👉 Ritmo realista:
No tienes que morder como si fuera una competición olímpica.
Puedes ir a croqueta por campanada o agrupar de dos en dos si el reloj se acelera (flexibilidad navideña).
Consejo clave: no improvises.
El éxito de esta tradición depende del orden croquetero.
Los 12 sabores perfectos para despedir el año
Aquí viene lo bonito.
Porque si vas a comer 12 croquetas, que cuenten una historia.
Que cada una represente un mes, un deseo o un mood del año nuevo.
Ejemplo de combo ganador:
Jamón ibérico – por lo clásico que nunca falla
Pollo – porque siempre acompaña
Queso – para empezar con alegría
Setas – por lo elegante
Cocido – homenaje a lo de siempre
Curry – para los cambios
Picante – por el riesgo
Gamba – por los planes especiales
Trufa – por lo que te mereces
Veggie – por el equilibrio
Croqueta sorpresa – porque la vida es así
Croqueta dulce – para acabar el año con buen sabor
Esto no es solo comer.
Esto es un ritual gastronómico con intención.
Cómo presentarlas para que el momento sea épico
Las tradiciones nuevas necesitan escenografía.
Y esta no va a ser menos.
Ideas fáciles para triunfar:
Una bandeja numerada del 1 al 12.
Un plato por persona con sus 12 croquetas alineadas.
Un reloj dibujado con croquetas marcando las horas.
Un cartelito que diga:
“Este año, la suerte se fríe.”
Añade servilletas, una copa de cava al lado y listo.
La foto está hecha.
El recuerdo también.
Croquetas y supersticiones: empieza el año como te dé la gana
Las uvas representan suerte, dicen.
Pero nadie ha demostrado científicamente que una croqueta no funcione igual o mejor.
De hecho, comer croquetas en las campanadas puede simbolizar:
Abundancia
Alegría
Compartir
Y no tomarte la vida tan en serio
Que ya va siendo hora.
Además, si algo sale mal, al menos habrás empezado el año comiendo croquetas, y eso ya es una victoria.
Este año, que las campanadas sepan mejor
No se trata de eliminar las uvas para siempre.
Se trata de atreverse a probar algo nuevo.
De crear tradiciones que te representen.
De cerrar el año con una sonrisa… y bechamel.
Así que este 31 de diciembre, cuando el reloj marque las doce, mira tu bandeja, elige tu primera croqueta y piensa:
“Este año empiezo bien.”
Porque si hay algo que tenemos claro es esto:
👉 ningún año empieza mal con croquetas.
Feliz Año Nuevo. Y que nunca falten.


