“¿Y si intento preparar croquetas al horno?” Esta pregunta estuvo en mi mente durante dos semanas después de ver una y otra vez el horno abandonado en casa de mi abuela. Ella ha dejado de cocinar hace algunos años, ahora prefiere que nosotros le sorprendamos con sus comidas favoritas, pero hasta ahora no me había atrevido a tocar su tan amado horno. Hace 3 días decidí darle una oportunidad, y así comenzó mi aventura con las croquetas al horno. ¿Qué podría salir mal? Quizá alguna quemadura y una que otra croqueta quemada, pero fue muy divertido y ver a mi abuela disfrutar de sus croquetas hizo que valiera la pena cada intento (que fueron muchos).
Mi abuela es una mujer con más recetas secretas que ingredientes en su despensa, siempre decía que el horno es la clave para cualquier plato perfecto. Con su consejo en mente, me propuse darle una nueva vida a ese horno.
Debes saber que la primera vez que intenté hornear croquetas, fue como si los dioses de la cocina se estuvieran riendo de mí. La masa se pegó a mis manos, el horno soltó humo y mis croquetas quedaron tan duras como piedras. Pero, ¡qué risas nos echamos! Mi abuela se apareció con su infaltable sabiduría: “¡Más harina, menos leche, y mucha paciencia!”, me dijo.
Con la paciencia y sabiduría de mi abuela, tras muchos intentos y quemaduras, finalmente logré una receta que funciona. Presta atención porque esta receta la he creado con mi experiencia y la ayuda de mi abuela, no es la receta de Javi, pero ya te digo, ¡está aprobada por mi abuela! (que es mi mayor crítica gastronómica). ¡Toma nota para que tú también dejes sin palabras a tu abuela!
Ingredientes:
Empieza la magia:
Esta es una receta de croquetas de pollo básica, si quieres probar con otros sabores de croquetas, aquí tienes algunas ideas para preparar croquetas de pescado y croquetas veganas.
Y para los días de relajo, puedes saltarte el paso de preparar las croquetas de cero y pedir por la web nuestras croquetas congeladas de los sabores que prefieras, tienes más de 30 sabores para elegir tus favoritas ¡Todas sin gluten!
Con mis experimentos en la cocina, he aprendido que hay ciertos errores que todos cometemos (yo la primera). Así que, me he tomado el tiempo de hacer una lista (recordando mis fracasos) para que tú no tengas que pasar por lo mismo.
Error 1: Masa demasiado líquida
Nada da más miedo que ver cómo tus croquetas se convierten en un charco en el horno. Para evitarlo, asegúrate de que la masa tenga una consistencia firme antes de formar las croquetas. Si está demasiado líquida, añade un poco más de pan rallado o la harina que prefieras.
Error 2: Croquetas quemadas
¿Alguna vez has abierto el horno y encontrado tu comida favorita convertida en carbón? No se lo deseo a nadie y menos cuando tienes mucha hambre. La solución es simple: controla la temperatura del horno, 180 grados es ideal para hornear croquetas. El temporizador será tu nuevo mejor amigo, recuerda tenerlo siempre cerca.
Error 3: Croquetas pegadas a la bandeja
Despegarlas puede ser tan difícil como despegarse de la cama un lunes por la mañana. Usa papel de horno o engrasa bien la bandeja con aceite en spray antes de colocar las croquetas. Créeme, tu paciencia te lo agradecerá.
Error 4: Croquetas sin sabor
Nada peor que una croqueta que no sabe a nada. Asegúrate de sazonar bien la mezcla con sal, pimienta y especias. A veces, un poco de nuez moscada puede hacer maravillas.
Error 5: Croquetas destrozadas
Si tus croquetas se desmoronan al hornearlas, es probable que la masa necesite ser más compacta. Agrega un huevo o más pan rallado a la mezcla para solucionarlo.
El truco para unas croquetas al horno crujientes está en el empanado y la temperatura. Usa pan rallado grueso o panko para un acabado extra crujiente. Asegúrate de precalentar bien el horno y coloca las croquetas en una bandeja bien espaciadas para que se doren de manera uniforme.
El truco del aceite
Un secreto que mi abuela me enseñó es rociar un poco de aceite de oliva sobre las croquetas antes de hornearlas. Esto les da ese toque dorado y crujiente que todos amamos.
La magia del horno precalentado
Nunca subestimes el poder de un horno bien precalentado. Asegúrate de que el horno esté a la temperatura correcta antes de meter las croquetas. Esto ayuda a que se cocinen de manera uniforme y mantengan su forma.
Hacer croquetas al horno puede ser una actividad divertida y educativa para los niños. Te lo digo yo que tengo 2 hermanos pequeños y en mis días de hermana mayor, les he puesto a hacer croquetas para tenerlos felices y entretenidos. Aquí tienes una receta que les encanta (regalo de mi abuela) y algunos consejos para que se diviertan en la cocina.
Receta de croquetas de queso y jamón:
Preparación:
Mis aventuras en la cocina me han enseñado que para alcanzar la perfección de las recetas, necesitas los utensilios adecuados. Aquí van algunas recomendaciones:
Antes de despedirme, quiero compartirte algunas ideas para que te diviertas experimentando en casa con tus croquetas.
Croquetas de colores
Añade un poco de puré de espinacas o zanahorias a la masa para darle un toque de color a tus croquetas. A los niños les encanta, y además es una forma ingeniosa de incluir más verduras en su dieta.
Croquetas con sorpresa
Oculta un pequeño trozo de queso o un trocito de jamón en el centro de cada croqueta. ¡Será una sorpresa deliciosa en cada bocado! También puedes pedir nuestras croquetas congeladas de diferentes sabores y hornearlas juntas para que se mezclen, luego podrás adivinar de qué sabor es cada croqueta.
Fiesta de croquetas
Organiza una fiesta de croquetas con tus amigos y familiares. Cada uno puede traer su receta favorita y hornear juntos. ¡Una manera perfecta de pasar tiempo de calidad y disfrutar de buena comida!
Ahora estás list@ para sorprender a tu abuela y a toda tu familia con tus croquetas al horno. Ya sea que las prepares desde cero o pidas nuestras croquetas congeladas, cuando te feliciten por tus croquetas deliciosas, recuerda guiñar el ojo y decirles: “Lo aprendí con Solo de Croquetas”.
¡Nos leemos en la siguiente aventura croquetera!
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