Jajajajajajaja.

El caso es que dije:

“Si en esta casa no me dejan ver H2O, me tendré que ir a otra donde me traten como me merezco”

Así que monté un plan logístico impecable para escaparme a casa de mi abuela, que seguro que me dejaba verlo y encima me hacía croquetas.

Hasta que vi que ni de broma llegaba a la parte más alta del armario para coger la maleta.

Y la estrategia se vino abajo.

Tener que ponerme las braguitas de mi abuela ya no me hacía tanta ilusión.

Tuve que pasar al plan B:

Escribir una nota de despedida MUY DRAMÁTICA, abrir y cerrar la puerta de la calle, volver corriendo a mi habitación y esconderme debajo de la cama.

¿Que si casi mato a mi madre de un susto?

Pues no.

Porque si algo tienen las madres es que nos conocen.

Me puso un temporizador con forma de huevo y dijo:

“Tienes 5 minutitos para salir de donde estés. Si suena el huevo, te quedas sin ver H2O 3 semanas”

Ahora mismo no sé cuál es la velocidad exacta de la luz, pero yo salí más rápido, te lo puedo segurar.

Y ahí, justo en ese momento, entendí que ese era el tipo de madre que quería ser yo.

JAJAJAJAJAJAJA.

¿Se merece croquetas o no?

P.D. Si tienes anécdotas así con tu madre, ya me las estás contando.

Carmen “bien enseñada”

Equipo Solo de Croquetas