Sí. Lo hice.
Salí de fiesta con Edu.
Carmen.
Casi 30 años.
Actitud de persona octogenaria.
Llevaba tanto sin salir, que con dos cerves me tumbas.
Y-VOY-Y-LE-DIGO-QUE-SÍ.
Cuando repartieron el sentido común, yo no estaba en la cola. Cada vez lo tengo más claro.
Ojo, que yo he sido un hueso duro de roer. Hasta hace 3-4 años, si salías conmigo, acababas desayunando churros.
Dios. Ya hablo como mi madre.
Me falta decir que yo he sido siempre muy “marchosa”.
No, en serio. No sé qué pasó, pero Carmen pre-pandemia y Carmen post-pandemia son personas distintas.
Antes adoraba las noches y ahora valoro las horas de sol más que nunca. Solo espero que alguien por aquí me entienda.
Pero claro, si al final me lías, yo ya voy a muerte. Eso también es verdad.
😂😂😂😂😂😂😂
Así que eso hice. Cascarme un lookazo y venirme arriba.
Yo antes de irme intentando acordarme de cómo se bailaba para no hacer el ridículo:
A la primera invitó Edu.
Y a la segunda.
Y a la tercera.
¿A la cuarta?
No sé si hubo cuarta.
Maldito Edu.
Ningún altercado, salvo que al salir de la discoteca me subí en el uber para volver al hotel…
Y no era el uber.
Era Josema. Un viejoven como yo que se iba tan ricamente a su casa a dormir la mona, hasta que yo decidí colarme en su coche con un:
“Porfa, si me duermo me despiertas”
Gracias Josema por no llamar a la policía.
Edu todavía se está riendo de mí.
La conclusión que saco es que quedé bien con Edu por aceptar su invitación, le regalé una anécdota graciosa, me llevé copas gratis y encima hice un amigo: JOSEMA.
Balance de la noche: Claramente positivo.
(A todo esto, espero que Josema me esté leyendo, porque le conté toda la movida y lo obligué a suscribirse a la newsletter).
Josema, si estás ahí, manifiéstate.
¡Abrazooooooooooos!
Carmen “asaltacoches”
Equipo Solo de Croquetas