Los mejores maridajes navideños para croquetas

Tabla de contenidos

Hay cosas que en Navidad funcionan sí o sí: el turrón, las luces, los regalos que nadie pidió pero todos celebran…
y las croquetas.

Pero si quieres llevar tu experiencia croquetera al siguiente nivel —nivel gourmet, nivel “esto parece un anuncio de Navidad pero real”— solo necesitas una cosa: el maridaje perfecto.

Porque sí, amiga, las croquetas no solo combinan con alegría y buen ambiente. También combinan con cava, vinos blancos, vermuts, cervezas y hasta licores suaves.
Bien maridadas, tus croquetas se convierten en un bocado elevadísimo, de esos que hacen cerrar los ojos y decir:

“Ay… qué fantasía.”

Hoy te traigo la guía definitiva de maridajes navideños para croquetas, pensada para cenas especiales, aperitivos elegantes o simplemente para que triunfes delante de tu familia y parezca que has hecho un máster en sumillería croquetera.

Cava + croquetas: la pareja que no sabías que necesitabas

El cava es la chispa oficial de la Navidad. Burbujeante, alegre, fresco…
y perfecto para acompañar croquetas.

¿Por qué?
Porque las burbujas limpian el paladar, contrarrestan la grasa del rebozado y realzan los sabores sin taparlos.

Aquí tienes el match perfecto según el tipo de croqueta:

  • Croqueta de jamón o cocido → Cava Brut Nature
    Seco, elegante y equilibrado. Te deja la boca lista para el siguiente bocado… que te comerás en 2 segundos.

  • Croqueta de setas o trufa → Cava Reserva
    Más complejo, más redondo, más navideño. El sabor terroso de las setas y la intensidad de la trufa brillan aún más.

  • Croquetas de marisco → Cava Brut
    Las notas cítricas del cava armonizan con la gamba, el langostino o la vieira de manera espectacular.

¿Bonus navideño?
Sirve el cava bien frío y en copas finas.
La croqueta hará el resto.

Vinos blancos: frescor, equilibrio y pura magia

Los blancos son los reyes indiscutibles del maridaje con croquetas.
Aportan ligereza, aroma, acidez justa… y convierten cualquier aperitivo en una experiencia elegante sin esfuerzo.

Te dejo mis combinaciones favoritas para estas fiestas:

  • Croqueta de pollo o pavo → Verdejo joven
    Fresco, frutal, fácil de beber.
    Es prácticamente la playlist de Spotify de los vinos: va bien con todo.

  • Croqueta de bacalao o pescado → Albariño
    Uno de los matrimonios más felices de la gastronomía.
    El punto salino del Albariño potencia el sabor del pescado sin enmascararlo.

  • Croqueta de queso de cabra o queso azul → Chardonnay con barrica
    Cremoso con cremoso, pero sin empalagar.
    El toque a mantequilla del Chardonnay es pura Navidad.

  • Croqueta de verduras o espinacas → Godello
    Fino, aromático, delicado.
    Es el vino que susurra: “yo también tengo personalidad, gracias”.

¿Conclusión?
Si no sabes qué vino elegir para tu cena croquetera… tira de blanco y nunca fallas.

Vermut: el aperitivo navideño que se lleva de maravilla con croquetas

El vermut no es una bebida.
Es una actitud.
Y en Navidad, esa actitud se multiplica por diez.

Marida especialmente bien con croquetas por su equilibrio entre dulzor, amargor y acidez.

  • Vermut rojo + croquetas de jamón
    Clásico + clásico.
    Un ganador absoluto en cualquier mesa.

  • Vermut blanco + croquetas de queso o setas
    Fresco, aromático y menos dulce que el rojo.
    Realza sabores delicados sin saturar.

  • Vermut rosado + croquetas picantes
    Para las de jalapeño, chorizo o sriracha.
    La combinación es sexy, inesperada y muy actual.

¿Tip navideño?
Sírvelo con hielo, piel de naranja y una aceituna.
Tus invitados creerán que estás en un anuncio de Navidad de los buenos.

Vinos tintos ligeros: sí, también combinan con croquetas

Lo único que no combina con croquetas es la tristeza.

Los tintos ligeros, frescos y con poca barrica van de lujo, sobre todo con croquetas más potentes.

Mis favoritos:

  • Croqueta de rabo de toro → Tempranillo joven
    Toda una declaración de intenciones en la mesa.

  • Croqueta de morcilla o chorizo → Mencía
    Afrutado, suave, perfecto para sabores altos.

  • Croqueta de carrillera → Pinot Noir
    Elegante y sofisticado.
    Maridaje de estrella Michelin sin tener que cocinar 6 horas.

¿Pro tip?
Evita tintos muy tánicos o muy pesados, porque eclipsan la delicadeza de la bechamel.

Cervezas artesanas: la opción más informal (y sorprendente)

Si el plan es más relajado, o si tienes invitados cerveceros, no lo dudes:
Una buena cerveza artesana puede ser el maridaje perfecto.

Aquí van ideas infalibles:

  • Lager suave + croquetas clásicas
    Refresca, limpia, acompaña.
    El maridaje de bar de toda la vida, pero con estilo.

  • IPA ligera + croquetas picantes
    El amargor compensa el fuego.
    Perfecto para croquetas con chispa.

  • Weissbier (trigo) + croquetas de queso
    Cremoso + cremoso = matrimonio feliz.

  • Stout + croquetas dulces
    Sí, amiga: la stout con notas a café y cacao combina increíble con croquetas de turrón, roscón o chocolate.

Este maridaje es de los que sorprenden y enamoran.

Licores suaves y sorpresas dulces: el toque final de la velada

Porque en Navidad, lo dulce también merece su maridaje croquetero.

Aquí tienes combinaciones que funcionan demasiado bien:

  • Croquetas de turrón → Crema de orujo fría

  • Croquetas de brownie → Baileys o crema de whisky

  • Croquetas de roscón → Cava rosado

  • Croquetas de manzana y canela → Licor de manzana verde

El postre croquetero maridado es la gran sorpresa de la noche.
Ese momento en el que nadie espera nada más…
y tú sacas una bandeja de croquetas dulces.

Felicidad asegurada.

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